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En Mis Rincones (barra derecha, casi al final del todo, podrás encontrar los diferentes temas que trato.


lunes, 31 de mayo de 2010

Rotos De Amor



En las palma de tus manos 
están a fuego dos vidas, 
dos vidas llenas de abrazos, 
dos vidas llenas de heridas. 

En las palmas de mis manos
quedaron grabadas tus manos, 
tus labios que me besaron, 
tus brazos que me abrazaron. 

Allí quedaron 
nuestros cuerpo 
marchitos por los días perdidos;
por las esperanzas rotas. 

Quedaron los días felices, los días amargos, 
y aquellos hijos que no tuvimos. 
 .....ooOoo.....

(Este no estaba perdido, pero es de los antiguos)

viernes, 28 de mayo de 2010

miércoles, 26 de mayo de 2010

Aquellos cálidos rayos de sol sobre tus hombros



Vestida estaba aquella mañana de luz radiante y enamorada. Aguardaba el momento feliz que iba a cambiar su vida, porque su vida ya había pasado entre azules de cielo y ocres de arboledas. Pero los árboles reverdecieron. 

Serena y tranquila como quien sabe el momento y el lugar, pero como un flan por dentro, pues el camino a andar era nuevo, Clementina se miraba al espejo sentada frente a él. 

A solas, en su habitación, esperaba paciente la hora… Esperaba impaciente la hora. No era bueno que se alterara, ya se lo decía Lucas, el médico: “Clementina, a partir de ahora, no debes tomarte disgustos”. ¿Qué disgustos podría tomarse ese día? Disgustos, ninguno, pero emociones… Le daba igual, hoy era el día más feliz de su vida. 

Sentada y ensimismada ante el espejo, daba los últimos retoques a su peinado, mientras la suave luz del mediodía se posaba, con caricias, sobre sus hombros. Aquel calorcito de primavera recien nacida le agradó. Cerró los ojos y comenzó a sentir dulcemente aquellas sensaciones cariñosas. De repente, como por una inspiración, comenzó a contar muy lentamente, como si el tiempo no existiera para ella en esos momentos: "uno, dos, tres, cuatro… treinta y cinco, treinta y seis…. cuarenta y nueve…. sesenta y nueve, setenta, setenta y uno, y setenta y dos" -Justo ahí paró la cuenta- "Setenta y dos años, como setenta y dos soles" –se dijo- 

Terminó de acicalarse y esbozó una gran sonrisa suspirando de felicidad. Salió de la habitación y se dirigió al salón; allí estaba su hermana y su cuñado esperándola para llevarla en el coche nupcial a las puertas de la iglesia donde, a esas horas, Germán, el novio, llevaría más de 10 minutos esperándola. "En estos casos, era lo normal y lo galante" –pensó- 

La casa, quedó solitaria. 

Un suave perfume a maderas de oriente quedó impregnado en el aire, mientras el espejo esbozaba una gran sonrisa y un suspiro de felicidad. Poco a poco, aquel dormitorio, quedó inundado de rayos cálidos de sol del mediodía. La primavera, recien parida, se cobijó bajo sabanas de hilo, y dormitó plácida y serena.

lunes, 24 de mayo de 2010

Haiku 35

Fue esta herida la peor. La que me consagró como reo de muerte en aquellos brazos de espinas blancas. Perfume dulce de esencia agria que arrebató poco a poco mis entrañas. Cuando creí todo perdido, tú llegaste a mi vida.


Resultado de imagen de rio y manantial


como agua clara 
que se lleva mis penas 
son tus amores



viernes, 21 de mayo de 2010

"Mucha".- (18/Mayo/2010).-¿Por qué nada nos basta?

Mucha de La Torre ("Recomenzar") tiene un blog. El día 18 colgó un post: ¿Por qué nada nos basta?... Pues porque, digo yo (Guillermo), que "todo nos harta", nunca nos saciamos, no somos capaces de aguantar una fina lluvia, y mucho menos un chaparrón... Poca capacidad para sufrir en lo afectivo... Siempre echando la culpa a los demás. Siempre mirándonos el hombligo. Ni siquiera en el amor, y de él, tb nos hartamos porque, "... es que no me quiere como me merezco" (que digo yo, por poner un ejemplo). Somos maestros en juzgar con la "ley del embudo" ... Vale, vale... ya sé que hay casos y casos. Pero tb, intentamos solucionar los problemas a los demás, mientras que somos incapaces de solucionar los mínimos nuestros. Y es que, a veces, más de las que quisiéramos, el "orgullo", mata... nos mata. El siguiente poema fue mi comentario al post que me refiero... "una cosica rápida"... jeje ..., a "vuelo-pluma" que se dice vulgarmente. Pero lo que quiero destacar, es la importancia, la esencia de ese post de Mucha en nuestras vidas. Ya digo, a mí, me suscitó este comentario. Si tienes un ratico y no lo conoces, pasa por su blog.
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Mi Comentario: 

No quiero lo que no me gusta. 
Y lo que no me gusta, no quiero. 
Que quiero ser el primero 
y si el segundo, me muero. 

Me miro a los espejos 
no gustándome a mi mismo. 
Me gusta más mi vecino 
cuando tiene aquello que yo envidio. 

Yo nostoy contento 
porque miro a mis adentros. 
Si mirara a mis afueras 
otro gallo me cantara: 
Sol para lumbrar el alba, 
noche para soñar contigo, 
besos de recibo y abrazos que confortan. 

Si yo mirara hacia fuera… 
Ay, si yo mirara, 
otro gallo me cantara: 
Vería tu rostro bello, 
tu sonrisa clara; 
sentiría tu mirada reposada en mi mirada. 

 Ay, si yo te mirara. 
No me preocuparía del mañana, 
viviría al día agarrado de tu mano. 
No me preocuparía del mañana:
te abrazaría, me abrazarías… 
nos comeríamos a besos
sin importarnos el futuro.
 
Solo eso, 
algo tan pequeño, 
como dejar de mirarme hacia adentro,
y mirar tu linda cara. 

Bueno, espero que paséis un Buen Finde... que man dicho que por las galicias, sestán bañando.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Así Es y Así Estoy Por Tí


ciego estoy de mirarte a los ojos,
muda mi lengua de decirte te quiero,
mis brazos rotos 
por abrazar tanto tu cuerpo,
mis labios muertos 
de tanto besarte,
mi corazón ajado de tanta pasión 
y mi alma, sin más cielo, 
que el que a tu verita me encuentro

.....ooOoo.....

lunes, 17 de mayo de 2010

Haiku 34

Estúpido, insensato y vanidoso; no ves, que mientras hinchas tu pecho al calor de la hoguera de los halagos, ardes por la peana.





busca el mosquito, 
atrapado en la luz, 
su propia muerte



viernes, 14 de mayo de 2010

Ocho Sonrisas


Como sincronizados, aquel bostezo y el sonar de las doce de la noche en el reloj del ayuntamiento, frente a su casa, hizo que Consuelo empezara a pensar en marcharse a la cama. Luís hacía rato que, con un libro en la mano, marchó a leer un poco antes de dormirse como tenía costumbre. Consuelo se levantó, apagó la tv, ordenó un poco la mesita del salón, y lo propio con algunas cosas en la cocina; apagó aquellas luces que quedaban encendidas y dejó la del pasillo para no tropezarse camino del cuarto de baño. Alguna crema para la piel de su cara, ya algo marcada por el tiempo y se lavó los dientes. Cuando salió, apagó la luz del aseo y la del pasillo, y así, a oscuras, entró en el dormitorio. Luís ya estaba durmiendo y roncaba algo. Consuelo se metió en la cama y con un pequeño toque a Luís, hizo que éste cambiara de postura para que dejara de roncar. Así lo hizo. Eran las doce y media de la noche. No podía dormir. Es más, ya estaba acostumbrada a pasearse todos los viernes por la noche, por los diferentes mundos existentes en su cerebro: que si la economía, que si los problemas escolares de los hijos, que si qué voy a hacer mañana para comer, que si hay que llevar a Luisito al dentista, que si el mes que viene tenemos una boda y hay que hacerle el regalo a los novios… Macarena ya empieza a tontear con los chicos; con 13 años, ya se está haciendo una mujer, y Fernando… ay, este hijo… claro, como es el de en medio… Consuelo tenía, todos los viernes, un viaje a su mundo interior. ¿Qué horas serían? ¿las dos? Sí, las 02:04, para ser exactos. De repente, un ruido de trasteo en la puerta. Aguzó el oído. Ningún sobresalto. La puerta se abrió con sigilo y, un leve portazo, casi imperceptible, sonó a gloria en su corazón -Ese es Josedijo para sí. Una sonrisa, acompañada de un pequeño suspiro, invadió su corazón. Luís dormía plácidamente.

  Consuelo seguía y seguía en sus cosas: a veces, fantasías, otras, realidades, otras, recuerdos felices y otras, imágenes que, aún queriendo, no podía quitarse de la cabeza. Imágenes ingratas que, fantasmagóricas, deambulaban sin permiso por su mente. De nuevo la puerta de la entrada comenzaba a dar su aviso. Otro leve portazo, éste algo más fuerte seguido de un caer de llaves al suelo, hizo que Consuelo esbozara una leve sonrisa cosida a la almohada. -Fernando, cómo no- Sí, efectivamente. ¿A quién si no, se le podían caer tanto las cosas de las manos?

Una ambulancia sonó a lo lejos con aullidos de desesperación. Algo más tarde, una sirena de la policía arrasaba semáforos en rojo por las calles.
¡…?...! Fue aquella sirena última la que le impidió oir. Ya había alguien en casa, pero ¿quién?. Abrió los ojos en la oscuridad y miró en dirección al bajo de la puerta cerrada de su habitación. Una raya de luz, a gatas se filtraba por debajo. Siguió Consuelo observando aquella luz, y oyó ruidos en el cuarto de baño: grifo, algún trasteo que otro…hasta que aquella luz que entraba a gatas por debajo de la puerta, llegó junto las comisuras de su boca para iluminarle otra sonrisa. Bea- penso para sí. -Esta cría, hay que ver lo que tarda cuando se mete en el cuarto de baño.

De nuevo miró el reloj-despertador: las 03:46. Casi inmediatamente de ver la hora, volvió a oír la puerta; otro leve cerrar, que apenas éste se oyó y, mientras los ruidos seguían en el cuarto de baño, se oyeron varios “clic” de apagar luces. Una sonrisa se le escapó de sus labios y, flotando en el aire, atravesó las paredes en dirección a Felipe, y lo abrazó Sí, es Felipe- de nuevo se dijo. Y es que, Felipe, era ordenado y le gustaba hacer las cosas bien. Atento y con un corazón que no cabía por las puertas. Un ligero y bajo discutir se oía: “Bea, -decía él- ¿cuanto tiempo llevas en el cuarto de baño? Tengo que orinar y lavarme los dientes. Algo hizo que de nuevo se viera luz por debajo de la puerta del dormitorio. Seguramente, Felipe iría al aseo pequeño a hacer su pis y cuando Bea, con su habitual parsimonia terminase, él entraría a lavarse los dientes. Mientras, Consuelo seguía en las cosas de su mente.

El camión de la basura pasaba muy tarde por su calle. ¿Qué hora sería? Ya había pasado un buen rato desde que llegó Felipe. Todo estaba en calma desde hace un buen rato y empezaba a sentir un sopor traicionero al cual procuraba vencer. Luís masculló en sueños algunas palabras… no sé qué del trabajo y de unos papeles que tenía que presentar a su jefe y una reunión… Algo tenía que preocuparle, porque lo comentó ese mismo día en la hora de la comida. Aquel sopor besó los párpados de Consuelo y… ¡…! … Un apagado taconeo la alertó. Casi, casi se había quedado dormida del todo, pero con Consuelo ya en casa, Consuelo esbozó su última sonrisa placentera, tranquila. Y llena de paz, pudo dejarse abrazar y besar, y mimosearse por el dulce sopor del sueño; porque, Macarena, Luis, y Pedro, aún estaban en edad de quedarse en casa los viernes por la noche… Ya les llegaría su hora. Por cada uno de ellos tres, ya había esbozado una sonrisa antes de acostarse, al ir a verlos cómo dormían en sus habitaciones.

Miró por última vez el reloj-despertador: las 04:23
Luís, a todo esto, bendecido y ungido en su frente por Morfeo. 


(Dedicado a mi hermana “L”.- Basado en una historia real... Y aprovechando que todavía estamos en Mayo, tb va por vosotras, "Madres Del Mundo") (Buen fin de semana)

miércoles, 12 de mayo de 2010

Aquel Último Reducto De Sucios Cristales Y Músika De Blues


(imagen hombre feliz en ciudad gris (de Graciela Bello)

Trepa el sol por las esquinas 

hacia las azoteas
camino de subirse a una cometa 
que lo impulse a su cenit. 

Lucecitas encendidas se van apagando. 

Pequeñas madrigueras exhalan viandantes 
ávidos de congregación, 
camino de sus lugares de trabajo.

Gris es el cemento como grises son las almas 
que apedrean la belleza que quiere 
y no la dejan asomarse al nuevo día. 

Suben y bajan, 
se achican y se alargan las farolas 
al compás de un vals inexistente. 
Tal vez, una marcha fúnebre. 
Solo las horas, con su machacón tic-tac, 
crean una melodía ambiental. 

El inmenso ajedrez monocromático 
cambia a sus peones, sistemáticamente, de lugar. 
No hay cuadros de colores diferentes. 
Solo su posición los diferencia. 

Hay quienes solo miran al frente e, inconscientes, 
no vacilan y paran “sin detenerse”. 

Receso. 

Ingestión de alimento. 
De nuevo vuelta al tablero 
a terminar la partida hasta que llegue el ocaso. 

Racimos amargos de uva temprana susurran el fin de la jornada. 

Dirección a las alcantarillas, 
cae el sol a plomo y en picado derrapando 
por las torcidas esquinas 
de cada una de aquellas almas, 
mientras tropiezan con su propia sombra 
vuelta del trabajo, 
camino a casa, 
camino a su cubil, 
camino a su covacha. 

Se abren los contenedores en las calles 
y las sombras chirrían el anuncio de la noche. 

Hay otras almas que a esas horas 
se aferran a la melancolía 
como torpes pingüinos 
que a pesar de llevar alas 
intentan volar pero no pueden, 
porque hay palabras que gritan escupiendo lágrimas
y convencen a las gentes 
de que hay que llorar. 

Sin esperanzas. 

El paso cansado obedece, como a diario, 
al mismo sendero de vuelta al olvido. 

Hoy me niego a morir por estos barrios
y me agarro a esa esperanza escurridiza
con garras de hombre-gato

Tuerzo camino a la rutina
abriendo nuevos recodos,
tratando de alcanzar otros puertos,
otros horizontes

Quiebro la linea recta de la vida y tropiezo con aquella luz. 

Una tenue claridad de sombras 
con olor a cerveza 
se respira en el ambiente. 

Cerrada está la puerta y tras sus sucios cristales, 
se percibe movimiento. 
Humo espeso. 
En su interior se adivina, a lo lejos, una triste canción. 
Tal vez, por el acariciar de aquellas notas, 
un blues. 

 Mira tú por donde, 
un “Último Reducto” 
Una trinchera desde donde combatir la “muerte” del propio hombre.

.....ooOoo.....

lunes, 10 de mayo de 2010

El Caballero VIII.- Dña Clotilde (aspiraciones de una pequeña doncella)




Buenas noches, amigos. Para quienes aún no me conozcan, mi nombre es El Caballero. Sí, con el artículo "El" delante y en mayúscula. No, no soy el Caballero, sino El Caballero, como suena y se escribe. Así me parió Guillermo, sin nombre y sin apellidos. Me creó a la sazón de fabricar" ripias a diestro y siniestro, tiempo ha de esto, en un foro literario donde, por cierto, 
conocimos a "Viento del Norte", a "Viento del Sur", y a otros tantos, "vientos".

Pues bien, como digo, acordose de mí Guillermo, y a continuación les relato una historia que, claro, él, Guillermo, atribuye a mis andanzas que, en este caso, no son de "lanza en astillero", sino de amoríos... digamos, tempranosTempranos no por mí, sino por... bueno, mejor, lean y atiendan. 

Ocurrió, en el castillo-fortaleza propiedad de don Hermenegildo, conde de… de aquellas tierras, de las que desearía no acordarme, por otras andanzas que tuve.

Pues bien, fue el tal don Hermenegildo de Osuna, caballero y muy noble señor, 
quien me invitó al anuncio de la boda de Matilda, la mayor de sus hijas, con don Hernán Núñez, amigo en gran estima de la familia, por lo que, doña Matilda, le fue reservada en alma y virginidad. Yo ya sé que en estos tiempos de hoy en día, eso ya no se lleva… bueno, en ciertas sociedades que se llaman “avanzadas” 

Continúo mi relato. 

Estaba yo ensimismado en los jardines, rodeado de capullos en flor, (tómenlo vuesas mercedes como quieran) cuando apareció doña Clotilde, la hija menor del susodicho don Hermenegildo y hermana de Matilda, la casadera, y se me acercó y, sin venir a cuento, sin ton ni son, a platicarme comenzó : 

    Pan con queso saben a besos a lo que, de momento, quedé atónito
ante aquel, en principio, soliloquio.

    —¿Eh? -respondí

-repuse algo desconcertado- Y repitió la doncella:

    —Digo que,  pan con queso, saben a besos

    —¡Ah! —volví a responder

-repuse-
Yo ya sabía, porque me había informado, que la tal doña Clotilde, mozuela ella, era de cascos algo ligera y, que su padre, para enderezarla, quería en un convento encerrarla. Pues bien, ante aquellas palabras de la damisela y, pensando qué juego se traería entre manos, respondí, a fe mía, sin dilación alguna: 

    —Tal vez, señora mía, vuestros carnosos y encarnados labios, ¿pudieran saber mejor?

    —Todo es cuestión de probarlos —respondió

Sepan, vuesas mercedes, todos que estáis leyendo esta aventura, que en osadía para guerras de espada y de camas, nadie me gana. Mas, consciente era de que aquella dama que ante mí sus encantos ofrecía, era tan solo una chiquilla. Una chiquilla que, ¡vive Dios! tan descarada ofrecía, sus encantos, y a sabiendas ella, de estar tan suculenta, que ser bien comida se merecía, y hasta sus andares, como en la cochinería. Y perdonen por lo dicho, pero sin esta frase no acertaría.

En un descuido por ella provocado, cómo no, dejó caer al suelo su pañuelo con un: “¡Oh!, qué descuido” Mirela yo entonces con aire paternal, pues bien podría ser mi hija, y me incliné, y lo recogí como buen caballero que soy. 

Recogido ya el pañuelo, tuve de nuevo que repensar, que la edad de aquella dama era una edad temprana para este caballero. Pero, ya sabemos todos, que la carne es débil y que atendiendo al refranero, que en él, por español, todo o casi todo es cierto, hay un refrán que dice:

El hombre es fuego
y la mujer, estopa.
Llega el diablo y sopla.

En eso estaba mi mente, cuando, de repente... 

    —¿No me vais a besar —dijo Clotilde- ¿No queréis apreciar el sabor de mis besos,
el tacto jugoso y carnoso de mis juveniles labios? ¿Acaso vos, caballero tan fornido, apuesto y aguerrido, teméis sucumbir ante esta frágil y delicada doncella?” 

    —Sabed, pequeña dama, —respondí— que yo sustento la honra de caballero y seguir manteniéndola quiero, a costa incluso de vos. Ahora bien, si solo un beso pretendéis. Si tan solo eso deseáis. —no pude dicir más, pues ella me salió al  paso diciendo:

    —Solo un beso, caballero, es lo que pretendo de vos —dijo casi susurrando con su mirada fija en la mía— y a la vez, de vos aprender.

¡Ay!,  me dije yo a mí mismo para mis adentros Ay!,  me repetí, "que llega el diablo y sopla". Y le respondí:  

    —¿Aprender vos de mí, señora mía?

Ella, aleteó inocentemente sus largas pestañas sin mediar palabra. Acerqué entonces mi cara a su oido, y le dije en tono suave: 

    —Pues aprenderéis.

Así pues, a lo mío dicho, quedó encantada dibujando una gran sonrisa de oreja a oreja 

    Cerrad vuestros ojos, bella dama le susurré al oido. Y ella, los cerró. 

Sin decirle yo nada, aquellos morritos carnosos, de rojo clavel reventón, en alerta y espectantes, se pusieron muy juntos y apretados en prominencia hacia fuera. Más bien parecían un fresón en primavera. Ciertamente bellos, sugestivos... provocativos. La edad, amigos. Toda ella estaba impaciente y a la espera. La ceñí por la cintura sintiendo entre mis manos "un flan en éxtasis contenido", conforme acercaba mis labios a los suyos. Ya casi rozándonos con nuestro aliento, tomé camino ascendente ofreciendo, mi mejor beso, en su frente. 

    —¿¡Qué habéis hecho, caballero!? ¿¡Acaso esto es un beso!?” —dijo contrariada.

    —Vive Dios, señora, que esto, ha sido un beso, y de mi mejor cosecha de "besos de buenas noches”  

Reverencié y marché a buscar a don Hermenegildo para conversar sobre campañas de guerra. 

Y allí quedó la pequeña doña Clotilde con mis mejores deseos y mi beso de buenas noches. 

Esto es todo, mis queridos lectores. Espero que se hayan divertido con la historia. Yo me divertí en su momento. Supongo que ella, algo menos.

viernes, 7 de mayo de 2010

Siete Días, Siete Abrazos

Feliz Fin De Semana

miércoles, 5 de mayo de 2010

El Estrado Azul.-Un suceso en Italia




Aquella mañana algo gris, yo me encontraba sentado en un banco de aquel parque echándole migas de pan a las palomas. A lo lejos lo ví venir. Inconfundible al andar y su indumentaria vaquera. Y sobre todo, porque portaba su cajón azul. Lo colocó bajo “su” árbol, abrió un cartapacio y de él sacó un pequeño poster que clavó con chinchetas en la corteza. Sacó un pequeño y arrugado recorte de periódico y comenzó a leer.

 La fiscalía de Rossano (sur de Italia) está investigando el caso de un feto que este fin de semana habría sido presuntamente abandonado por los médicos tras sobrevivir al aborto terapéutico al que se sometió su madre. Según informó la asociación provida italiana “Movimemto per la Vita” en su página web, el feto, que tenía 22 semanas, no recibió asistencia sanitaria hasta que el capellán del hospital de Rossano, Antonio Martello, lo encontró todavía con vida horas después del aborto. Rápidamente, fue trasladado al hospital Annunziata de Cosenza, donde los médicos trataron de estabilizar sus condiciones de vida. Sin embargo, el feto murió horas después, en la madrugada del domingo al lunes. Tras conocer los hechos, la Fiscalía de Rossano decidió inscribir a algunos miembros del equipo médico en el registro de los investigados. La hipótesis investigativa es de “homicidio voluntario”, y a que “no se puede excluir el eventual dolo o la indiferencia respecto a las posibilidades de supervivencia” del feto., declaró el fiscal Leonardo Leone De Castris. 

Este recorte lo saqué de un diario gratuito que se llama “Crónicas del Sureste”, de fecha 16 de Abril, miércoles, de este año. 

No quiero actuar con sensiblerías ni maniqueísmos, simplemente leer lo que acabáis de escuchar. Ya sabéis lo que opino al respecto: Que de un hombre y una mujer, no se pare una cacerola, ni un aguacate o un caniche… Se pare un ser humano, y lógicamente, la gestación, es de un ser humano. Y lógicamente, el aborto es quitarle la vida a un ser humano en evolución que se encuentra en el vientre de su madre. La misma evolución, pero en tiempo diferente que la de un ser humano fuera del vientre de su madre hace 5, 10, 30 ó 60 años. 

Entonces, señaló el pequeño póster y continuó diciendo: ¿Sería legítimo matar a esta criatura de 22 semanas? ¿Qué diferencia hay entre estar fuera o dentro de su madre? ¿Tal vez, el cinismo de verlo y no verlo? No, no hace falta que contestéis… es retórica. Creo que con la vida de los seres humanos "no se juega", ni dentro ni fuera de su madre. Cuántos abortos se han practicado y no han estado dentro de los supuestos terapéuticos… ¡Cuántos!... Y ante la duda, ya sabéis: Las manitas quietas, que van al pan. 

Bajó de su podium, descolgó el póster, lo volvió a guardar en su cartapacio, y cogió el cajón marchándose por donde vino, al son de “pitos y aplausos”, y algún improperio que otro.

Yo, seguí con las palomas, aunque sin poder estar del todo atento a lo que hacía.

lunes, 3 de mayo de 2010

Siénteme


Siénteme en las sombras, 
como de novios. 
En todo tu cuerpo, 
¡que es Primavera! 

Déjame acariciar tu pelo, 
tus hombros suaves, tus senos,
y el vientre que acuna nuestra nueva vida. 

Bésame entre recuerdos de luna clara 
bajo el soñar de la mar embravecida. 
Y al igual que la ola descansa en la playa, 
descansa tu vida en mi vida 
y descansará mi alma en tu alma.
 .....ooOoo.....
(éste tiene más de 20 años)