Cuéntame
de tus miedos, niña,
que
quiero saber de ellos.
Saber
si son chiquitos,
o
si son grandes.
Saber,
por qué
y
de que te asustas,
si
me tienes a tu vera.
Háblame
de tus miedos, niña,
mirándome
a los ojos
con
la luz de tu mirada,
que
es vida
y
que es fuego,
cuando
me traspasas el alma.
Cuéntame,
háblame.
Dime
a mis oídos,
despacito,
a
poquito a poco,
de
qué color son tus miedos.
Si
son grandes o si son chicos.
Si
la noche te los trae
o
es el sol del mediodía.
Dime
si son fríos
o
por el contrario te abrasan.
Dame
tus miedos.
Hazlos
míos
porque
así no serán miedos.
Ven,
cierra tus ojos,
alarga
tu mano
hasta
mi mano,
y
siénteme tuyo.
Matemos
tus miedos,
sí,
a
poquito a poco.
…..ooOoo…..
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola y Gracias por tu comentario.