Todo vuelve a su sitio,
de donde nada debió de moverse.
De nuevo volvió
aquel día
para adueñarse de la vida
y crear tormentas
entre el cielo
y la tierra.
De nuevo,
nubes de ensueño
y sueños de realidades,
zanjas y caminos cortafuegos.
De nuevo,
para quedarse
y aposentarse en el trono
que siempre fue suyo
por derecho
y consentimiento
de quien tenía
las llaves del poder.
Proyectos caídos al vacío
uno tras otro.
Silencios.
…
Y aquel día,
contrario a lo que se esperaba,
se discernió
el significado de la vida,
la razón de vivir,
del sempiterno significado
del verbo “Amar”.
...ooOoo...
Un poema antiguo...(siempre hay una luz, dependiendo de que queramos o no darnos cuenta de quién tiene las "cerillas"), de los que estoy recuperando y que poco a poco iré sacando, ya sin decir si es o no antiguo.
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