Mañana, hoy o ayer, o... será, es o fue el día de la Madre y quiero felicitaros a
todas.
Quiero felicitarte a ti, abnegada Madre, que durante los
trescientos sesenta y cinco días del año te dedicas a tu familia, aparte de que
tengas sí o no un trabajo fuera del hogar.
Sí, abnegada Madre porque no solamente tienes que cumplir
bien con tu jefe en tu puesto de trabajo, sino levantarte temprano para
preparar los desayunos de los niños y puede que también el de tu marido, poner
una lavadora y el lavavajillas, si no lo has hecho por la noche, en cuyo caso,
tender ropa o sacar los platos, cubiertos…. ¿Es posible que también hagas la
cama después de arreglar a los niños y que la noche anterior hayas hecho la
comida para el día siguiente?...
Bueno, no quiero ser puntilloso ni negativo, ni
derrotista, porque sé que, aunque no todo lo que vosotras quisierais, nosotros,
los hombre, los “abnegados” padres de familia, también colaboramos en casa…”ayudándoos”
en algunas tareas domésticas… “Ayudándoos”…
qué bonita palabra y cómo os gusta, ¿verdad?
Centrándome en mañana, se supone que vuestro día, quiero daros
mi más enhorabuena porque, hasta en este día, pringáis en casita. Sí, lo
sabéis, sabéis que muchas de vosotras, en vacaciones y periodos festivos,
pringáis más que en periodos laborables.
No puedo ir en contra de ti, Madre, que como “madre-gallina”,
te pasas cada año, toda la mañana del primer domingo de Mayo cocinando para tus
hijos… y algunas de vosotras hasta para vuestros nietos, con la única
recompensa de acoger a tus polluelos ese día y verlos todos reunidos junto
a ti, bajo tus alas.
Y todo esto ¿por qué? bueno, tal vez porque ya sería hora
de que, algunos hijos pensaran en sus mamis queridas del alma, como algo más que sólo para exprimirlas, tanto emocional como económicamente y, con un poco de ese
cariño aprendido, porque se supone que deberían haber aprendido algo, al cabo
de los años, le dijeran:
--Mamá, mañana ni se te ocurra preparar nada, ya tendrás
noticias nuestras tempranito.
Y resulta que entre todos los hijos, le han preparado una
comida en el mejor restaurante de la ciudad, con regalo de un viaje incluido…
claro, con el papá. Que no hace falta que sea una bodas de plata o de oro o de platino para regalar esas cosas... Bueeeeeno, si no llega la economía para un viaje, por lo menos para una estancia en un hotel de "por ahí" cerca, con spá.
Sabéis lo que quiero decir con todo esto, ¿verdad?
No, no puedo generalizar, porque todo esto no es tan
fácil como muchos podáis creer que pienso. No, todo va en función de la
educación recibida, la costumbre familiar, sublimaciones en los hijos por
problemas maritales… Vengo a dar un toque de atención a los hijos, sí, a esos
hijos egoístas o que, sin darse cuenta, no han caído en darle nunca una alegría
a su madre porque, principalmente, han tenido un “magnífico ejemplo” en su
casa, con el bruto egoísta y machista del marido que, de regalo de reyes o, o
vete tú a saber, le regala una plancha a su mujer… Ah!, eso sí, la mejor
plancha del mercado… ¡una estación de plancha a vapor!... Joooooder!!!, algo
maravilloso!!!
Bueno, lo dicho, dicho está, y FELIZ DÍA PARA TI, MADRE,
HAYÁ DONDE ESTÉS Y DE LA NACIONALIDAS QUE SEAS, Y TENGAS LA EDAD QUE TENGAS,
SEAS SOLO MADRE O TAMBIEN ABUELA, O INCLUSO HASTA BISABUELA.