Fue aquel beso
el que iluminó la noche,
quedando preso
de tus encantos
Fue la magia del momento
que hizo hechizo
de mi cuerpo,
entre tus brazos abandonado.
Fue aquel encuentro
fugaz, pero apasionado,
el principio de un cuento
con final feliz.
Fueron los días
en que nos vimos,
de a poquito a poco,
-sin prisas-
la ternura de tus labios
mientras entretejíamos
palabra,
-sin prisas-
fue la luz
que irradiabas,
de dulzura en tu mirada,
la que me arrebato el ser,
mis pensamientos,
mi propio yo,
para convertirme en ti,
-sin prisas-
Y así,
de a poquito a poco,
igual que la noche
atrae al día,
sin prisas,
todo lo que fue
ahora lo es
y, de a poquito a poco,
para siempre.
…..ooOoo…..
qué bonito y romántico, Guille...
ResponderEliminarGracias, Que digo yo, que para no perder la costumbre, no... jeje... Besibrazos.
EliminarDe a poquitos....así como debe leerse este poema...lento..despacito...para imaginar cada situación..de a poquitos....Nada mejor que la luna para adornar este amor tan grande...un amor que nació de un encuentro fugaz como dices, pero que se convirtió en ese majestuoso e inmortal amor...besos churri..me encanta leerte tan inspirado...
ResponderEliminarBueno, no fue tan fugaz... jeje, pero sí de a poquitos a pocos
EliminarBesicos, Mirellica.