Quisiera Ponerte Los Ojitos De Cristal

Hoy es el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y las mujeres siguen sufriendo el razonamiento de la bestia, por parte del hombre. Es un poema que tiene su tiempo. Esta es la tercera vez que lo publico. La primera vez sufrí una crítica feroz por parte de algunas lectoras. No lo entendieron.

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Quisiera ponerte los ojitos de cristal, 
para poderlos pintar, 
de mirada de esperanza. 

Quisiera coser tus labios carnosos, 
y dibujarte una sonrisa de frescura, 
entre comisuras. 

Tus manos, de tacto suave, 
cortar por las muñecas 
y dejarlas siempre quietas. 

Cercenar tus dos orejas 
a ras de la cabeza, 
y ponerte dos antenas 
para que captes 
y comprendas mi amor por ti. 

Aplastar tu respingona nariz, 
y... en fin, romperte el pecho, 
desgarrar tu carne y penetrar 
por tus costillas, 
asiéndote el corazón 
entre mis dedos, 
y moldear, a mi antojo, 
tus entrañas. 

Desfigurar tu ego quiero, 
beber tu sangre, 
hasta que no quede gota de ella. 

Libar tus lágrimas saladas por adentro. 
Que no mojen tu preciosa cara; 
que así, sequita, 
me gusta mucho más. 

No seas ni pienses mi amor. 
Yo seré y pensaré por los dos. 

Mía eres y serás 
por toda la eternidad.

Y ahora,
anda, ven, tontita,
qué harías tú sin mí.

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Y Si No Hubiera Amor

Y si no hubiera amor,

porque el amor se fue

resbalando

por el brillo de aquellos ojos,

ayer soles

que iluminaron su vida,

hoy abrojos

y espinas frías

como sables.

Y si no fuera

que la brisa

y el rocío del alba

acariciaran su carita triste,

y fueran las llamas

del infierno eterno

las que abrasaran

su corazón.

Y si

aquella cama

desbordara desconsuelo

entre sábanas ahogadas

en lágrimas,

por una ilusión

rota a jirones.

Y

si

la

agonía

llamara a su puerta,

tan sólo

con el ahogo

de un lamento.

Y si

aquel barro

hoy enterrara

todo aquello que fue muerte

y oscuridad,

y sobre el estiércol

nacieran los almendros en flor.

No es primavera,

pero en ti,

mujer,

siempre lo será.

.....ooOoo.....

Desde Mi Ventana.5 (Grité)

De nuevo allí y aquel olor a algas secas mezclados con el recuerdo al perfume de tu cabello. La sal en la brisa fresca que me traían las olas. La espuma del mar batiendo en murmullo sobre la orilla... Allí, sentado en la arena, una nada oscura, negra como la pez, ensordecedora, se apoderó de mí. ¡Y grité al cielo tu nombre! Fue entonces, cuando el eco enmudeció y el silencio habló: “Amor, muero por ti. Si me faltas, tan solo subsistiré en este mundo que no tiene sentido sin tu presencia”