......................................

....................Este Blog pertenece a Curro Cañavate....................

LA MAYORÍA DE LAS IMÁGENES DE ESTE BLOG SON SUBIDAS DE INTERNET. SI VES ALGUNA QUE ES DE TU PROPIEDAD Y DESEAS QUE LA ELIMINE, ME LO COMENTAS Y ASÍ LO HARÉ. SI ME PERMITES MANTENERLA, TE QUEDO AGRADECIDO

En Mis Rincones (barra derecha, casi al final del todo, podrás encontrar los diferentes temas que trato.


martes, 5 de marzo de 2019

El Tiempo No Te Avisa

Imagen relacionada

Al tiempo, 
poco a poco se le olvidan
las horas que van pasando.
Poco a poco
al tiempo, siempre,
más  tarde o más temprano
se le va olvidando
la distancia recorrida
en nuestras vidas,
como se olvidan
los abrazos del amante
de una sola noche,
y que nunca vuelve.

Tiempo al tiempo,
que al final,
llegará el momento
en el que, a cada uno,
nuestro tiempo se encargará
de hacerse notar.

El tiempo no te avisa.

El tiempo siempre está contigo,
aunque te escondas en los quirófanos,
en disfraces o gimnasios,
entre libros y mundos fantásticos.
A pesar de llevar una vida sana y natural,
el tiempo siempre está contigo.
Lo llevamos dentro
desde el nacer.
De la mano lo llevamos
cincelado bajo la piel.

No nos podemos deshacer de él
aunque invoquemos
e imploremos a los dioses
la vida eterna.

No existen cuadros de Dorian Gray.

No existe el Santo Grial.
No hay sacrificio
que le pueda satisfacer.

Él,
no es magnánimo
ni piadoso,
ni es justo ni injusto.
No es dios
ni es diablo.
No es cielo
ni averno.
Es, tiempo.
Y al tiempo
no se le puede comprar
o sobornar.
Y menos,
engañar.

Él conoce tu tiempo.
Él se encarga de recordártelo.
Él,
día a día,
te envuelve
y en más viejo
te convierte.

Día a día.

¿Te has mirado últimamente en el espejo?

¿De verdad crees que te has mirado bien
en el espejo?

Anda, mírate de nuevo.
Mírate otra vez,
porque seguro
que no te has mirado bien.

Aunque no queramos reconocerlo,
aunque nos neguemos a aceptarlo,
es el propio cuerpo
quien nos lo va susurrando al oído,
conforme va pasando el tiempo.

Aunque no queramos aceptarlo.
A pesar de que no queramos reconocerlo.

Y aún así,
no tengamos miedo
de mirarnos en el espejo.
La plata es, eso, plata.
Pero el alma…
¡Ay, el alma!

.....ooOoo.....

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola y Gracias por tu comentario.