--Guishe, cuéntame un cuento.
--¿Un
cuento? Voy al momento. Esto era que se era una mamá, un papá y la hija
pequeña, que viajaban en su coche por una carretera rural. -Mira, papá, un toro
de lidia- dijo la niña -Quiero compartir con él mi bolsa de gusanitos, igual que
cuando lo hago con los patitos del parque- Los padres, sabedores de la
peligrosidad que suponía, por supuesto se negaron en rotundo. Pero a los pocos
cientos de metros, un pinchazo hizo que el coche se parara. Bajaron del
vehículo y, en un segundo que la mamá apartó la vista de su hija por echarle
una mano a papá y ayudarlo, la niña había traspasado la alambrada donde estaban los toros
bravos. Sabes lo que pasó, ¿verdad? Pues sí, uno de los toros que pastaban en la dehesa, destripó a la niña. Y es que,
la niña, vio un vídeo en el que una integrante de PACMA... evito el calificativo, daba de comer a un
buey manso, haciéndolo pasar por un toro bravo. Cómo no podía creerse eso una niña de
siete años, por mucho que lo negarán sus padres. Ella misma, con sus propios
ojitos, había visto a un "torito guapo" y lindo comer mansamente de
la mano de una... de una miserable innombrable. Y colorín colorado...
--¿Guishe,
esa historia es real?
--Nada
de eso. Me has pedido un cuento y te lo he contado. Pero el vídeo que existe
sobre una miserable del "PACMA", tratando de engañar a tontos y a inocentes, haciendo pasar a un buey por toro bravo, y a sabiendas de ello, que comía de su mano, sí.
Eso sí es real.