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En Mis Rincones (barra derecha, casi al final del todo, podrás encontrar los diferentes temas que trato.


martes, 29 de septiembre de 2020

Aire (viviendo en pandemia)



Cierra la puerta, amigo,
que tengo frío.
Echa las cortinas
y cierra las ventanas,
que llega el día
y me aterra su cara.
 
Canta, cántame alto
esas nanas que tú sabes,
y ensordece estos gritos
que dañan mis oídos.
Y aparta de mis ojos sus ojos,
porque me asusta su mirada.
 
No, no me toques.
 
Es tan fina mi piel,
que me dañas al tocarme.
Tus caricias me escuecen
hasta el alma,
y tus besos mis labios agrietan.
 
No, no me toques
ni me abraces,
que me rompes.
Que mis huesos
en cristal se han convertido
y este sol me da, tanto  frío,
que no hay abrigo
para calentar mi cuerpo.
 
No, te repito que no me toques.
 
Esas nanas, ¿dónde están?
¿Dónde están tus quedas
y  dulces canciones de nanas,
las que siempre me has cantado
cuando mi agitado corazón
anhelaba encontrar paz?
¿Dónde la mirada tierna
de tus ojos?
 
Eso es lo que quiero.
Pero no me toques.
Aun no me toques
porque aún, no estoy preparada.
 
No es que no te quiera,
es, que me han,
y me he acostumbrado.

Si pudiera,
¡te pediría aire!:
¡Aire, para vivir!,
¡aire para volar!,
¡aire, para sentir!,
¡aire para amar!.
¡Aire para ser valiente
y respirar!.
 
Aire, para no poder vivir sin ti.
 
…..ooOoo…..

martes, 15 de septiembre de 2020

Fue El Alma, Que Se Le Escapó



Fue el alma, que se le escapó 
por entre las rejas 
repletas de blanco jazmín. 

Mientras, la noche tendía 
su ropa mojada, 
que a fresco y lavanda olía. 

Una sábana de estrellas la abrazó 
acariciándola con su fino lino,
y aquella pequeña y cansada alma, 
entre nanas de brisa y mimos, 
se durmió.

 …..ooOoo…..
(Dedicado a Divagaciones Nocturnas)




lunes, 7 de septiembre de 2020

Cuéntame De Tus Miedos

 





Cuéntame de tus miedos, niña,
que quiero saber de ellos.
Saber si son chiquitos,
o si son grandes.
Saber del  por qué
y de qué te asustas,
si me tienes a tu vera.
 
Háblame de tus miedos, niña,
pero cara a cara,
con la luz de tu mirada,
que es vida, y que es fuego
cuando me traspasas el alma.
 
Cuéntame, háblame,
dime al oído,
despacio, despacito,
de qué color son tus miedos.
Si son grandes o si son chicos.
Si la noche te los trae
o es el sol del mediodía.
Dime si son fríos
o por el contrario te abrasan
como la leña en ascuas.
 
Anda,
dame tus miedos.
 
Ven, cierra tus ojos,
alarga tu mano
hasta mi mano,
y siénteme tuyo,
porque así
desaparecerán tus miedos,
a poquito a poco.
 
…..ooOoo…..

martes, 1 de septiembre de 2020

Sueño De Un Día Caluroso De Verano



Desafiante,
sobre la mojada barra del bar,
riela una hermosa y rubia cerveza
rebosando su espuma espesa
por el helado acantilado
de su jarra de cristal.
 
Ella me mira y me remira.
Yo,
ensimismado,
con el sudor
jodiéndome los ojos,
mi lengua hecha un estropajo
y resecos mis labios,
la miro y remiro
y la vuelvo a mirar
 
Me relamo
en la impaciencia
por poseerla entre mis manos,
por acariciarla,
por sentir su frío en mi cara,
mientras suda y chorrea
su frescura helada.
 
No aguanto más.
¡Estoy que esta sequedad
me está disecando las entrañas
 y me muero de sed!


 
De repente,
abro los ojos
y me encuentro solo.
Más solo
que un patio de colegio
el día de Navidad.
 
No me queda otra.
Me voy al frigorífico
y me abro una cervecita
bien fría.
Me acerco a la ventana
y observo a la vecina
mientras pasea a su perro.
Un chucho puñetero
de esos “milrazas”,
educado para ladrar
a las horas mas intempestivas.
 
Y mientras doy mi primer trago
refrescándome el gaznate,
me pregunto:
¿habrá hombre más pobre
y mísero que yo?
Mas nada me respondo.
 
Nada.
 
Me voy al espejo,
y repito el ritual
de mirarme y remirarme
y volverme a remirar
de arriba abajo.
Y así, mirándome
como aburrido de mí mismo,
a mí mismo me digo:
¿Qué, de filósofo, no?
Hoy vas, de filósofo.
 
Automáticamente
me doy cuenta
que entre tanta mierda
de filosofía barata existencialista,
tengo la cerveza en la mano,
y lo más grave es
que se va a calentar.

Sería una lástima.
 
Me dejo a mí mismo
colgado en el espejo,
agarro la cerveza
y de un trago,
me la bebo.
 
Ya estoy pensando
en la siguiente,
que va a ser ahora mismo.
Y es que,
como dice un amigo:
“La primera es
para quitar la sed.
La segunda,
para saborearla.
 
Así,
que iré a por ella
y la acompañaré
de unas pataticas fritas
con limón y pimienta,
y aceitunicas rellenas,
como a mí me gustan,
de anchoas.
 
…..ooOoo…..