Piripiripiripiripiri... piripiripiripiripiri... piripiripiripiripiri... piripir (o algo así. Es que ya no hacen “ring”)
Desperté y descolgué el teléfono ante su insistente y pertinaz sonido. Estaba durmiendo la siesta tumbado y despatarrado en el sofá.
--¿Sí? –dije medio adormilado a modo de pregunta para que se me identificaran.
--¿Señor Espósito? –era una voz dulce y cordial, de varón. Su acento le delataba. Era argentino... como mi sobrino político Jorgito- Me presentaré: Mi nombre es Armando y le llamo de... –dijo tan rápido el nombre de la empresa, que ni lo cacé- ... para comunicarle que vos ha sido agrasiado, mediante un sorteo selebrado ante notario, para ser una de las personas que, en su siudad, les puede tocar un magnífico carro... perdón, digo, coshe.
--Estupendo, ¿y qué tipo de coche?... Me refiero a marca, modelo... esas cosas. –yo ya me iba imaginando por donde venían los tiros... Pero bueno, de todas formas, lo siento pero hay un err...
--Lo interesante en todo esto, señor Espósito, -me interrumpió- es la gran suerte de que, a demás de haberle tocado el coshe...
--Un momento, caballero –interrumpí- ¿Pero me ha tocado o estoy dentro de los que les puede tocar mediante un sorteo?
--Bueno, mire señor Espósito... -Y dale con machacar el nombrecito.
--Sí, dígame –dije entre condescendiente y un poco hartito.
--Pues como le desía, señor Espósito, -y dale, otra vez con el nombrecito- lo interesante, lo genial de que yo esté hablando con vos en estos momentos, es la gran oferta literaria...
¡Libros!... Si ya lo decía yo… ¿Se lo pueden imaginar?: Recién despertado a media siesta, y teniendo que aguantar a aquella máquina de vender...
Poco a poco mis constantes vitales comenzaron un declive sin freno, hasta que mis párpados empezaron tb. poco a poco, a traer la oscuridad a mi cerebro... Un ronroneo de “bla,bla,bla” a modo de nana, me arrulló por un momento, perdiendo casi el consciente. De repente, un sonido alegre y cantarino, su voz, me sacó de mi sopor.
--¿Y qué le paresió, señor Espósito, toda mi esposisión?
--Bueno, pues – me pilló fuera de juego, pues casi me había dormido de nuevo- Qué quiere que le diga... supongo que perfecto... Bien, me parece bien, pero hay un detalle que a usted se le ha saltado y yo querría... -No me dejor terminar la frase.
--Bien, señor Espósito. y ahora, si me lo permite, le voy a pedir unos datos personales para que, en unos días, se pase un compañero o una compañera a su domicilio para ampliar la informasión y conformar el contrato.
--Vale, pero es que hay un pequeño problema que quiero comentarle...
--No se preocupe, señor Espósito, cualquier problema se lo resolvemos.
-- ?!
A pesar de aquella valentía en la osadía de querer resolverme cualquier problema, me armé yo tb. de valor y algo mal humorado le repliqué:
--Por favor, ¿Me deja hablar de una vez?
--Dígame, señor Espósito, ¿algún inconveniente? –contestó la voz algo extrañada y atenta.
--Que yo-no-soy-el-señor-Expósito.
--¿Que no sos vos? Vasha, metí la pata. ¿Tal ves el señor Expósito sea su papá?
--No, no, no es mi papá.
s--¿Su hijito tal vez?
--... No, por Dios, no. Tampoco. -dije un poco, como agotado.
--Bueno, algún señor Espósito vivirá en ese domisilio, ¿no?
--A menos que mi mujer se haya cambiado de nombre sin yo saberlo, no.
--Siento haberle molestado, señor Es...
--Repito: No-soy-el señor-Expó-sito.
--Ya, ya me di por enterado. Pues bien, señor, Perdone las molestias.
--No se preocupe, de verdad, lo entiendo, gajes del oficio. Buenas tardes.
--Muy buenas tardes... Esto... a vos, ¿no le interesaría la oferta...?
--Buenas tardes.
--Buenas tardes y que siga bien. -clik... piiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
Y seguí durmiendo la siesta.
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Un afectuoso cariño a todas aquellas personas de buen corazón que, las necesidades, le hicieron salir de su patria y de su hogar, dejando tras sí parte de su alma y familia.
Pues lo cierto es que cada vez que llaman para venderte algo,
ResponderEliminaro para que te cambies de compañía de teléfono,
o para hacerte una encuesta telefónica,
siempre te encuentras hablando con gente latinoamericana.
Me ha pasado tropecientas mil veces.
Supongo que a mi y a todos.
Y la paciencia que ellos tienen es la que a los demás nos falta,
porque a veces te dan unas ganas impresionantes
de colgar el teléfono sin más miramientos.
Que no lo he hecho nunca, eh?
Pero a veces... jeje...
Besos-Besicos, Guillermo.
Hola!, muchas gracias por tu visita y tu comentario... Pues sí, vivo, o mejor digo vivimos porque menos mal que no lo hago sóla, en Cartagena, aunque somos del norte. He de reconocer que me costó mucho aclimatarme y aún a día de hoy, más de un año después, no las tengo todas conmigo, pero en fin... No queda otra.
ResponderEliminarRespecto al tu artículo... Y por qué será que llaman siempre a la hora de la siesta?. A mi siempre me despiertan.
Un abrazo.
Jo, que amable eres, yo les cuelgo...
ResponderEliminarBesicos
Lourdes... En el mundo de las ventas siempre hay trabajo, y es muy duro. Y por telemárketing, convencer a una persona... tela.
ResponderEliminarBesicos x5 :))
Elimary... En la siesta?... pues porque saben que seguro que va estar la gente. Yo miro el tlf. y si veo rayitas... no lo cojo. jeje.
Bueno, espero que poco a poco puedas ir aclimatándote a estos montes "pelaicos". :))
Besicos.
Belén... No es del todo amabilidad, es que yo he estado en Madrid a puerta fría vendiendo con la empresa Discolibro y por los colegios en la región de Murcia con libros de texto y de apoyo al profesor... hace ya muchos años, y con la primera casa... muchismos más :)) Vamos, que sé lo que es que no te hagan ni puñetero caso, aunque en esta historia, que es inventada, pero basada en la realidad, jeje... al prota lo han despertado de la siesta y está como atontao, que no le dejan ni decir su nombre. :)
Besicos.
Nos bombardean con la publicidad telefónica, y yo entiendo que esa gente está realizando un trabajo, como otro cualquiera, pero es un abuso, así que entiendo perfectamente a quien les suelta una bordería a la hora de contestar.
ResponderEliminarSuerte tu, Guillermo que seguiste con tu siesta...
Un abrazo
Fantastico Guillermo, me he reido cantidad con tu relato y no por burlarme ¿eh? ..que yo tambien sé lo que es tratar de vender asi en frío y lo dificil que es..
ResponderEliminarPero tu estilo y como rescatas la realidad ha estado francamente bien.
Y otra cosa: te agradezco de corazón ese cariño dejado al final de tu entrada, yo soy de aquellos que ha dejado patria, amigos y familia.
Un fuerte abrazo
Tú crees Guillermo? Lograré cubrir un gran hueco que aun lleva vida, con nuevas ilusiones? Eso creo estos días. Me cansa la eterna lucha sin un final feliz, esa lucha con el mismo aire, que queda en nada y agota.., entiendes? Deseo llenarme de realidades de felicidad.., de vida..
ResponderEliminarGracias por tu comentario..
Un cordial saludo..
Güisy
Jajajaja como me has hecho reir, cuando llaman a casa ofreciendo tarjetas digo que soy menor de edad yuqe mispadres deben mucho dinero cuando estoy de buenas...si no cuelgo de inmediato!
ResponderEliminarsaludos
La verdad te felicito por tu amabilidad , pero yo les corto de una ,sin faltarle el respeto , pero es que me tienen un pokito cansada , ellos siempre tienen algo para ofrecerte y que se yo cuantas cosas más!
ResponderEliminarBesitos GUILLE y que tengas un bello día:)
No te a tocado cuando te venden un Jamon Patanegra? jjajaja lo use de caso en Marketing expresarial para estudiantes de Ingeniería Industrial, digno de estudio
ResponderEliminarBesitos
me hiciste sonreir.
ResponderEliminaryo no tengo tanta paciencia
gracias por compartirlo, un saludo
LoyLo...Como ya he dicho por ahí ariba, no es una hª real, pero si basada en la realidad, y yo, , miro el display del teléfono, y si veo rayitas, pues nada, que no contesto.
ResponderEliminarPor lo demás, todo depende de la educación y la profesionalidad de la persona que vende o encueta...
Y, claro, tb. depende del humor y las ganas que tenga uno para aguantar el rollito... jeje.
No suelo dormir la siesta. Me despierto de muy mal humor, salvo... bueno, ya sabéis. :)
Besibrazos.
Sinespacio... te agradezco tus amables palabras. Gracias.
Intenté crear esta hª en clave de humor, plasmando una realidad palpable.
Un fuerte abrazo mutuo.
Wychyyyy... sinvergonzona... dónde te escondías???... :))
Podías decir tb. que eres una ladrona y que los dueños de la casa no van a poder comprar nada porque les vas a arruinar. :))
Besicos.
Pato... Claro, es que como, en la mayoría de los casos, van a comisión... si no venden, no cobran, de ahí que algunos sean muy insistentes.
Besicos. (igual te deseo de tu día)
Maikita...Bienvenida, un saludo grande. Creo que es la primera vez que comentas en mi blog, no?
Bueno, pues lo del patanegra sería interesante, sobre todo si fuera verdad y no me costara un duro... jeje.
Besicos.
Lázaro...Tb. te doy la bienvenida, un saludo grande y te agradezco tu comentario.
Si sonreiste... bueno, mi intención ha sido, como ya he dicho por ahí arriba, plasmar una realidad en clave de humor.
Un abrazo.
Guillermo, me encantas! me pareces encantador! Tienes mucha razón en tus palabras, a veces el Amor es una obsesión y a mi me está haciendo bastante daño. Sé que tengo que tomar desde un punto nuevo el camino acertado para lograr valorar solo lo que tengo sin desear nada que se me quede en el aire. Aunque mi manera de ser es demasiado entregada y una manera "pasota" de vivir no sé si conseguiré tomarla. En fin...
ResponderEliminarMe encantó tu chiste, a veces queremos las cosas "para ayer", yo la primera..
Besos de una amiga. Esperaré tus consejos de nuevo, vuelve pronto.
Un abrazo..
Güisy
Comprendo que ser teleoperador es un trabajo muy ingrato... yo ya no cojo el teléfono si pone llamada oculta o sale algún número raro.
ResponderEliminarLo siento por ellos.
bicos,
Por aqui, las voces que se escuchan por el teléfono son de todas partes, no sólo sudamericanos...Pobres, se tienen que ganar el pan, pero déjame decirte que se convierten en una molestia ya que te bombardean todo el día.
ResponderEliminarBesitos, Gille, me divertí con esa historia muy real.
Son unos plastas y la mayoria no saben ni lo que venden, me da igual de donde sean, mi hija también trabaja en ello a temporadas (también es una pesada) ni a ella le hago caso... lleva intentando venderme su producto hace un año.
ResponderEliminarMe ha contado cómo les enseñan a contar medias verdades y a liarte y yo, he trabajado en venta directa y ni yo misma me soportaba jajaajaja creo que "relatan" para no dejarte pensar y que digas.. SI!! al menos así se callan jajajaja
Besos, niño!!
Güisy, Güisy, no me digas esas cosicas, que me vas a sacar los colores... jeje.Encantadores los príncipes de los cuentos...:))
ResponderEliminarGracias y besicos.
Aldi... Yo tb., que ya lo he dicho antes... jeje. Es que la mayoría son un ratico pesaos.
Besicos.
Marysol... Si, ya digo, pesaitos que son y te llaman a la hora de comer... Qué jodios... jejeje.
Besicos.
vaya que si eres amable y paciente. Que bueno! hacen falta mas gente asi :) que tengas buen dia!
ResponderEliminarGracias por hacerme sonreir a estas horas
ResponderEliminarDianna... Jajaja... Sí, sí... estamos de acuerdo, pero, ya digo, tb. depende de si te pilla con o sin ganas, aunque yo de principio siempre les digo que si quieren, que me expongan el producto, pero que sepan que no les voy a comprar... Y aun así, recuerdo que una chica se me cabreó después de soltarme todo el rollito... jeje.
ResponderEliminarBesicos.
Pammy... Bienvenida. que no, que no te confudas... jeje... que no soy tan bueno ni paciente, repito que es un poco de comprensión, porque yo he trabajado en eso y sé lo que es...Tb. sé lo que es llamar a una casa humilde y pensar. "joder, ahora tener que hacerle el "artículo" y convencerlos para poder ganar un duro"... y sabes, pues a lo mejor he llamado y, según mi juicio clínico visual... jeje... pues he dicho solamente: "buenas, le intesa una suscripción a Discolibro?"... y yastá. No he insistido más. Y que conste que me quedé un mes el primerico a nivel nacional en una empresa de ventas... La flauta que sono por casualidad. :))
Besicos.
MªAngeles... Gracias por pasarte por aquí.
Pues, ya te digo... :) de una pequeña sonrisa a cantar, todo es una.
Besicos.
¡ Jo, señor expósito!, y ¿porqué no le compró el carro?, que poca sensibilidad ¡ Sr. Expósito!.
ResponderEliminarUn beso Sr.Expósito, y sea Ud. mas amable con las máquinas vendedoras.
Aysss lo que hay que hacer amigo mío para ganarse la vida, te lo diré yo jajajaja.
ResponderEliminarUn besito.
Vaya faena Sr. Expósito, digo Sr. Guillermo. Hay que tener mucha paciencia al teléfono, o dejar que salte el contestador y echarse la siesta tan ricamente.
ResponderEliminarBesos y gracias por las risas!
Isabel... Pues sepa ud. doña, que no soy el sr. Ex-pó-si-to. Lo que quiere decir que no me doy por besado... Ya, ya... yo me lo pierdo... :))
ResponderEliminarBesicos.
María... Dime, dime... dimeeeee... jejeje... No, es broma.
Besicos.
Inga... Sí, sí... es un poco o un mucho follonero.
Mira, precisamente esta tarde, a las 4 menos cuarto, han llamado a la puerta. Me levanto, abro y, tachán!... un colega y una colega. Él con una tablilla con un folio y ella con un portafolios. "Buenas tardes, estamos realizando una encuenta. Hay jóvenes en edad escolar..." ... El tio ni se presenta ni nada...
Pues muy mal por su parte.
"No, mire, muchas gracias y perdone que no le atienda, pero han llegado en la hora mala de después de comer y dentro de un cuarto de hora me marcho a trabajar. Lo siento pero no les voy a atender"... y tras otra disculpa o dos más, les cerré la puerta.
Sí, sí... así fue en su 80% la conversación.
Será posible el tio que ni siquiera se ha presentado, ni como empresa ni como persona... qué joío... jejeje.
Besicos.
ah es que no sabes como me he reido con el sonido del teléfono... jajajaja
ResponderEliminarpero es cierto, cuanto nos vende, cuanto ofertan para que terminemos endeudados a morir...
Besitos.