
entre los ojos,
que no sienta tu dolor,
que la caricia de tu beso
no me hiele la sangre.
Mátame con compasión.
Quédate conmigo aquí,
en mis adentros.
No salgas de mí,
no sea que de nuevo
las ganas te vengan
y vuelvas a matar.
Mátame con compasión.
Y cuando vengan a enterrarme,
tú y yo estaremos juntos.
Pero antes, mátame con compasión.
Sólo pensaré en ti.
Serás mi amor eterno
dormidita en mi cerebro,
serás la niña entre mis ojos,
la princesa de mis sueños,
yo, tu príncipe azul enamorado.
Te amaré tanto...
no sea que de nuevo,
regresen las ganas
y vuelvas a matar.
Mátame con compasión
Y cuando pasen los años,
en la casa de la “loca”,
ahora de fachada
blanca iluminada,
habrá una ventanita abierta
y estancia desolada.
Estarás tú,
vestidita de herrumbre
y roña vieja,
acostada entre olvidos
con olor a muerto,
con olor a mí.
…..ooOoo…..
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