Se abrió una brecha en el cielo, y los pájaros de plata, con
sus brillantes destellos aparecieron revoloteando. Fue la brisa nocturna, antes
contenida, ahora un derroche de generosidad, la que en el lienzo negro de la
noche pintó todo de alegría. Allá abajo, resuenan las algarabías entre
campanillas y panderetas. Allá arriba, sobre la montaña, el chamán saluda y da
las gracias. El infinito universo asiente.
dormita el sol,
entre cañaverales,
luna callada
¡Precioso!, querido Guille.
ResponderEliminarBesotes
Unidad hombre, Naturaleza, Universo
ResponderEliminar¡Plenitd!
ResponderEliminarGracias, Myriam. Preciosa tú. Besazo.
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