Se acorta el tiempo,
se achica.
Se va apocando
poco a poco,
como el que calla
llamando al silencio.
Y la distancia se alarga,
se crece impertérrita
ante la mirada de mis ojos.
Y se distrae en ver cómo pasan
las nubes de algodón.
Acaso, todo sea una mentira.
No hay nubes de algodón.
No hay Voz que clame en el
desierto
esta jodida jugada
a la que nos han sentado
frente a frente
en un tablero de ajedrez.
Se aprende jugando.
se achica.
Se va apocando
poco a poco,
como el que calla
llamando al silencio.
Y la distancia se alarga,
se crece impertérrita
ante la mirada de mis ojos.
Y se distrae en ver cómo pasan
las nubes de algodón.
No hay nubes de algodón.
esta jodida jugada
a la que nos han sentado
frente a frente
en un tablero de ajedrez.
Pero pareciera,
como que nunca hayamos jugado.
y otra vez de nuevo.
porque no hay zapatos.
Toca andar descalzo.
¿A quién quejarse?
la senda discurre
entre zarzales.
Y si no es uno mismo,
¿quién vendrá
a inventar una nueva guerra?
Es, la vida misma,
que cuando todo parecía
tener un final feliz,
el malo reaparece;
sí, ese malo muy malo, el de siempre.
Ese al que, entre el transcurrir
de la obra, escena tras escena,
lo habíamos olvidado,
pues va y de nuevo,
lo habíamos olvidado,
pues va y de nuevo,
se nos aparece
y nos hace la puñeta.
Menos mal que siempre,
y al más puro estilo americano,
y al más puro estilo americano,
los malos siempre pierden,
siempre pagan su maldad,
y los buenos, obtienen
siempre pagan su maldad,
y los buenos, obtienen
el regalo, la recompensa
por su tanto sufrir.
por su tanto sufrir.
.....ooOoo.....
Sabes que muchas veces hemos coincidido...pero no hay fórmulas mágicas, ni cielo que nos proteja ni infierno que nos condene...no hay ángeles de la guarda ni espíritus chacarreros ni colas mágicas, ni brujas, ni santeros, ni siquiera existe Santa...o sea...siempre hemos sido nosotros y nuestras consecuencias y esta vez, tendremos que aceptar nuestras la consecuencia de nuestras acciones ..y ni hay nadie que pueda tirar la primera piedra..unos por que hicieron y otros por desidia, por ignorancia o por lo que fuera...Nos comimos el planeta en dos sentadas, pasaremos a la historia como los habitantes del planeta que no duraron ni una evolución..nos iremos cruditos sin el primer hervor...y pensar que las cucarachas llevan mas tiempo que nosotros y ni siquiera han ido a la escuela...shaaaaaaaaaaaaaaaaa....mejor no pensar...
ResponderEliminarSiempre hay un último reducto. La tristeza no es mala, incluso si llegara a la melancolía. El llanto, tampoco, incluso si llegara a ser compungido y desolador. El problema está en estacionarse en esos estados y no saber cómo salir. No ser conscientes de saber que nos está poseyendo y creernos que no hay salida.... Un Besazo.
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