No me dejes a solas con la noche,
que a acariciar mi frente viene
con el frío de su aliento;
a envolver mi cuerpo, viene,
con su pálido velo de mortaja.
Ven,
que seas tú,
amor de madrugada,
quien ilumine esta penumbra,
quien acaricie, por última vez,
mis labios con tus labios.
Ven,
abrázame fuertecon tus cálidos brazos.Abrázame,en este último instante,cada centímetro de mi piel,
y hazme sentir, en mi ocaso,
la suave brisa de tu amor.
Tal vez, así,
obtenga la redención.
que a acariciar mi frente viene
con el frío de su aliento;
a envolver mi cuerpo, viene,
con su pálido velo de mortaja.
Ven,
que seas tú,
amor de madrugada,
quien ilumine esta penumbra,
quien acaricie, por última vez,
mis labios con tus labios.
Ven,
abrázame fuerte
y hazme sentir, en mi ocaso,
la suave brisa de tu amor.
Tal vez, así,
obtenga la redención.
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