Apurados, llegamos justo a la bendición final. Y salimos bendecidos hasta hoy, y por siempre.
Tu negro velo, de encaje fino, quedó atrapado en el tiempo, entre aquellos juncos verdes. Verdes como tus ojos verdes.
de caramelo,
el sabor de tus labios
junto al arroyo
y que me gusta a mi verte, saber que andas por aki escribiendo me hace feliz, despues de oir la triste canción del pajaro en el árbol más bello, hoy casi afirmaría que era el bello y alegre canto del pajaro cantor posado en la zarza.
ResponderEliminarBesos Guillermo
Guay, molan estos "sudokus" luneros.
ResponderEliminarBesos-Besicos, Guillemo!
¿Porque lo de Haiku? ¿ que significa?. Por cierto, espero que estes mejor. Un beso poeta
ResponderEliminarpreciosa tu entrada!!!!!!
ResponderEliminarpasa por mi casa..
tienes algo para tí!!
besitos
Me ha gustado mucho, guillermo. Deja muchas cosas a la libre imaginación e interpretación de cada lector... Eso me gusta en una lectura.
ResponderEliminarUn beso.
¡Una dulzura! Guillermo este Haiku te pinta de cuerpo entero, como la persona extraordinaria que sos.
ResponderEliminarEsos recuerdos que no se olvidan nunca merecían este homenaje.
Cariños.
Veo que al menos la sensibilidad no la has perdido en medio de pasillos de hospitales :)
ResponderEliminarBesicos
Precioso encuentro y hermosa forma de describirla.
ResponderEliminarEstás bien?. En principio leerte ya es una noticia alegre para nosotros.
Un besazo, Guillermo, te esperamos.
Iam
ResponderEliminarLourdes
Isabel
Adri
AntoniaM
LilianaG
Belén
LoyLo
Gracias por vuestro apoyo, por vuestras palabras.
Últimamente, parece que los días se vuelven noches.
Siento no poder dedicaros el tiempo que en cariño os merecéis.
Gracias por estar aquí.
Besibrazos.
dulce dulce dulce...
ResponderEliminardulce.
biquiños,
Aldi... Besicossssss
ResponderEliminarMmmm... qué sugerente eso del caramelo y el arroyo :)
ResponderEliminarAbrazos
Adr.- Un abrazo ;)
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