Continuación del post anterior
Poco a poco te consumo
en el amargo pasar
por mi garganta,
y el fresco deleite
se convierte en angustioso malestar.
Es tu recuerdo,
ya ves, anclado en tierra
que me retuvo
y no quise escribirte un poema,
pero es la marea que me arrastra
hacia los adentros de la mar,
donde fluyen los versos,
la poesía.
(Aún así sigo pensando
que no soy digno
de entregarte
ni el más pequeño poema)
Y al final,
esta fresca “morenita”
de buena “pinta",
entre espumas de melodías celtas
y sones de verdes prados,
me amarga gratamente
tu recuerdo.
Nuestros recuerdos.
.....ooOoo.....
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Siempre es la marea la que nos arrastra a su dulce vientre.
ResponderEliminarLindos versos amigo.
Un abrazo
Pues demos gracias a la marea, porque el poema es 'amargamente' precioso.
ResponderEliminarabrazos
unos versos muy profundos y desgarradores que dicen mucho de ti, de tu humildad en el trato con los que quieres.
ResponderEliminarbiquiños,
vive en tu recuerdo y lo seguirá haciendo en cada verso o canción que le escribas y en cada pensamiento que le dediques.
ResponderEliminarBesos
Sí, claro, échale la culpa a la marea ahora.
ResponderEliminar:)
Besos-Besicos, Guillermo!!
4 Besibrazos y un besibrazox2
ResponderEliminarGracias por estar, por vuestra amistad. A ver si este finde puedo hacer un recorrido por los bloges.
Pasaros, si queréis y podéis, por mi Face y veréis algunas de las actividades en las que participo. Tengo enlace en la barra verde de la derecha.
Los dos últimos post, son una radiografía de tu infinita calidad humana aflorando en ese sentimiento de dolor frente a lo irremediable en la historia de un amigo. Conmovedor e intenso. ¡Felicitaciones! A mi regreso, luego de una prolongada ausencia, dejo mi abrazo sincero de siempre.
ResponderEliminar"Fue la marea, que no fui yo quien escribió estos versos".
ResponderEliminarEs cierto ¡cuantas veces nos impulsa a escribir la marea sin nosotros "querer"!
Me ha gustado mucho esta imagen.
Un beso
Mercedes
No sólo sos digno de entregarle un poema, sino de dejarte arrastrar por la marea hasta el vientre ancestral de la mar, allí donde nacen y mueren los recuerdos del poeta.
ResponderEliminar¡Divinísimo, Guille!
Mil besos, abrazos y cariños :)