No hay reparo
en abrir mi corazón
y decirte que te quiero,
ni en desnudar
mi alma y mis entrañas
y gritar

¡que te amo!

No hay dolor tan agudo
como buscar y no encontrarte
entre el viento y la distancia
que nos oprime el existir.

Y qué culpa tenemos
si conjugado el verbo
nos encontramos
con que “nosotros nos amamos”

Somos el adiós y el hola;
tan lejos y a la vez tan cerca…
que es tu piel la que me viste
y se resiste a decir adiós
arrancándose de mi cuerpo.
Y aunque te acaricio
para que te desprendas de mí,
yo mismo me siento sufrir
porque siento el dolor de tu propio despertar
y temo por los dos,
si te dieras cuenta que no está
tu piel sobre mi piel.

Es preferible vivir un sueño intenso,
que vivir una vida descolgada
y separada de los sentimientos
de amar.
Y aunque pensemos que la realidad
pueda llegar, algún día,
mientras tanto mantengamos
la llama del amor.
… Mientras tanto,
practiquemos no perder
y no olvidarnos
de querer y dar amor.

Y es que, si en nosotros mismos
nos encerramos,
corremos el peligro
de convertirnos en huraños
y perder el amor a la vida.
Perderte a ti,
Mi vida.

…..ooOoo…..

(Hay quienes dicen que San Valentín es una fecha más... puede ser, pero hay situaciones, momentos, estados de ánimo en que uno desearía que San Valentín no fuera esa fecha cualquiera, esa fecha de más)