Siento que estás a mi lado
en estos momentos de soledad,
que no hay distancia,
ni cielo ni infierno,
tan solo tú y yo
tras el cristal
de este tiempo
que pasará.
Pienso,
que cuando las aguas vuelvan
a su cristalino color,
aquel pequeño vuelo
de aquel pequeño gorrión,
será un eterno fuego,
del ave fénix
que anida en nuestro corazón.
Hoy,
tú y yo somos uno
entre tanta soledad...
Hoy… hoy…
Hoy, a pesar de que no quiero, hoy,
se me desgrana el alma
cuando en esta realidad
me doy cuenta que no estás.
Y ese sentir, ese pensar
en la ingrávida existencia
en la ingrávida existencia
de nuestra separación,
me hace cerrar los párpados,
y pensar,
que cuando las aguas vuelvan
a su cristalino color,
aquel pequeño vuelo
de aquel pequeño gorrión
será, el eterno fuego,
de nuestra ave fénix
que anida en nuestro corazón.
Y sentiré,
que en aquel agónico tiempo
de soledad,
estabas a mi lado.
Recordaré,
que para mí,
confinado entre mis cuatro paredes,
no había distancia.
Recordaré,
que no hubo ni cielo ni infierno,
porque tú,
a pesar de no estar,
estabas,
aunque fuera tras el cristal
de aquel viejo ventanal
que nos amó en su reflejo,
aquel mes de Abril.
…..ooOoo…..
A "vuelopluma", como yo digo, y pensando en aquellos amores que se aman en la distancia, a causa de los días en que vivimos.
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