Cierra la
puerta, amigo,
que tengo frío.
Echa las cortinas
y cierra las ventanas,
que llega el día
y me aterra su cara.
Canta, cántame
alto
esas nanas que tú sabes,
y ensordece estos gritos
que dañan mis oídos.
Y aparta de mis ojos sus ojos,
porque me asusta su mirada.
No, no me
toques.
Es tan fina
mi piel,
que me dañas al tocarme.
Tus caricias me escuecen
que tengo frío.
Echa las cortinas
y cierra las ventanas,
que llega el día
y me aterra su cara.
esas nanas que tú sabes,
y ensordece estos gritos
que dañan mis oídos.
Y aparta de mis ojos sus ojos,
porque me asusta su mirada.
que me dañas al tocarme.
Tus caricias me escuecen
hasta el alma,
y tus besos mis labios agrietan.
No, no me
toques
ni me abraces,
que me rompes.
Que mis huesos
en cristal se han convertido
y este sol me da, tanto frío,
que no hay abrigo
para calentar mi cuerpo.
No, te
repito que no me toques.
Esas nanas,
¿dónde están?
¿Dónde están tus quedas
y tus besos mis labios agrietan.
ni me abraces,
que me rompes.
Que mis huesos
en cristal se han convertido
y este sol me da, tanto frío,
que no hay abrigo
para calentar mi cuerpo.
¿Dónde están tus quedas
y dulces canciones de nanas,
las que
siempre me has cantado
cuando mi agitado corazón
anhelaba encontrar paz?
¿Dónde la mirada tierna
de tus ojos?
Eso es lo
que quiero.
Pero no me toques.
¿Dónde la mirada tierna
de tus ojos?
Pero no me toques.
Aun no me toques
porque aún, no estoy preparada.
No es que no
te quiera,
es, que me han,
y me he acostumbrado.
es, que me han,
y me he acostumbrado.
Si pudiera,
¡te pediría aire!:
¡Aire, para vivir!,
¡aire para volar!,
¡aire, para sentir!,
¡aire para amar!.
¡Aire para ser valiente
y respirar!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola y Gracias por tu comentario.