¿Es vereda, camino o senda, el surco que van dejando nuestras huellas?. En esta noche callada, ¿la realidad engaña a la
fantasía, o nuestro amor, que marchó entre cortinas de llanto y lágrimas ha vuelto para echar raíces o, para beber de las heridas?. La arboleda en
la que estamos, ¿nos ahogará con sus hojas secas, o las yemas olorosas de sus
ramas impregnarán nuestras sienes?. Dime, amor, ¿de qué color es la sonrisa
amarga de nuestro encuentro?
tú eres la hiedra,
yo, el árbol que suspira
entre tus brazos
¡Qué tierno y romántico!. Abrazos, amigo
ResponderEliminarBesicos, Myriam. Gracias!
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