SiEmPrE

Alguien me escribió una vez, no hace mucho, que me leería siempre. 

Siempre es una palabra dulce, si con ella se consigue que sonría el corazón. 

Siempre, puede resultar una palabra dura, si con ella se golpea el corazón. 

Siempre, puede ser solo hoy o solo mañana… u hoy y tal vez mañana y ningún día más. 

Siempre, puede ser nunca, si así se quiere que siempre sea. 

Siempre te amaré. ......Te odiaré Siempre. 
Dos siempres para la eternidad. ¡Qué bello y que terrible! El primero, a perpetuidad… Hasta la muerte. El segundo no debería ni pisar el umbral de la intención. 

Tu siempre, niña, no sé el tiempo que durará, pero, tu siempre, me sabe a dulce: "Siempre te leeré"

¿Hay algo más bonito que esto?. Claro, por supuesto que sí, pero… repito… ¿hay algo más bonito que esto, tan sencillo de decir y que se clave tanto en el sentío, que le arranque una sonrisa al corazón?

Tal vez, ese siempre, sea yo quien lo mate. Tal vez, algún día se agoten mis pobres manos de golpear este teclado. Tal vez, sin un porqué, mueran en este blog las letras que componen mis poemas. Sea como fuere, ese siempre, me endulzó el corazón. Y que sepas que, tu simple intención, para mí es suficiente. 

 Gracias!, ojitos de piruleta.