Simplemente Surgió (¿quién puede dominar sus sentimientos de amor?)

Fue como la llovizna a la tierra seca
que la empapa poco a poco
y sin darse uno cuenta,
va brotando la flor.

Sentir que la vida
se te abraza
y te va ahogando las penas
dándote aquella felicidad
que un día escapó.

Y, ¿cómo ocurrió?
te preguntas un día.

Llegó en ese preciso instante
en el que el día se hacía noche,
y el día encerró a la noche
en su calabozo de luz.
Y te dices que ya no es necesaria la candela
para hacer arder
aquellos malos momentos
junto con esa maldita soledad
que se enamoró de ti
y no te quería soltar.
Y sientes un tapón en la garganta
que no te deja respirar de la emoción.

De nuevo, surge la pregunta. De nuevo.
¿cómo ocurrió?

Sucedió, sin darse uno cuenta,
día a día,
… sí,
sin darte cuenta
ni enterarte que tu vida
iba cambiando.

Y aún así,
la inseguridad te amenaza
y te vuelves a preguntar, ¿cómo ocurrió?
Y vuelves y vuelves
a intentar acomodar los recuerdos
en tu mente:
Se empieza
sin pensar en nada,
solo en la amistad.
Pero esa maldita amistad
traspasa la línea de lo prohibido
y te hace dormitar
en el lecho del amor.

Uno no sabe cuando terminará
y reniegas y se te desbarata el alma.
Y vuelves de nuevo a preguntarte,
en desesperante impaciencia,
el cómo y el por qué.
Ya esta vez comprendes,
que el corazón no sabe razonar,
simplemente, surgió.

¡Ay, maldito amor
que me atenazas la vida!
¡Maldita suerte la mía
que un día me desnudaron
de mi música
y entraron a robarme el corazón!

Yo no quiero este amor
que me calcina los huesos
y me tiñe de negro la sangre.

Yo no quiero esta pasión
que transtorna mi cerebro
sin dejarme pensar en racional.

Yo, así, no quiero amar tanto,
pero si me faltara este amor,
sería la misma muerte
quien viniese a acompañarme
en mi agonía.

....ooOoo…..