Allá, en un pueblo del sur

Hace unos años, paseando por un pueblito turístico del mediterraneo, de estos que se espolvorean sus lindas caras de blanco espuma de ola luz brillante y de sol azul mar, me senté en un bar cuya situación era una callecita estrecha pero con el encanto de sus macetas de geranios frescos colgadas en las rejas de edad indefinida, pero seguramente, tal vez más de doscientos años. Esa calle era el frescor amando a su sombra por no dejar al sol que, con su abrasadora temperatura, machacara los bellos y brillantes adoquines regados por los comerciantes.

Pedí una cerveza y unas aceitunas partidas con una tapita de huevo de codorniz sobre una pequeña tostada.

Descansando del paseo por las callejuelas de sabor andaluz, sentado en aquella silla al fresquito y mirando ensimismado hacia todos lados, de repente reparé en una pintada que a modo de bandera inicial, llevaba un corazón. Me provocó curiosidad. La estrechez de la calle me impedía leer con claridad y de soslayo.

Estaba intrigado, me levanté con la jarra de cerveza en la mano y, conforme andaba hacia la pintada, noté que el camarero salió a la puerta

--No me marcho –dije- solo voy a leer aquella pintada.

Me acerque a la vertical y, apoyando mi espalda y la suela de una de mis sandalia en la pared de enfrente, bebiendo un sorbo de cerveza, leí lo siguiente:

Tienes un corazón tan maravilloso,

que hasta las estrellas te sonríen.

Me siento la más afortunada por tener

un AMIGO COMO TÚ.

TQ

Dejé la jarra en el suelo, saque de mi bolso el boli y una libretita de gusanillo pequeña que siempre llevo y copié todo.

Regresé con una amplia sonrisa a sentarme junto a mi mesa del bar. Terminé mi cerveza con el aperitivo y marché al hostal donde estaba hospedado.

Me senté en el pequeño sillón junto a la terracita, saqué la libreta y releí.

Yo sabía que aquella frase era muy importante para quien la escribió, pero supongo que el destinatario se sentiría el hombre más feliz del mundo y la guardaría en su corazón para toda la vida…  la abría leido?... 

No era una frase para olvidar, sino para llevarla tatuada en las entrañas, en el alma y convertir cada letra, en una escarificación cicatrizada por siempre y de vez en cuando, acariciarlas.

Si alguien dijera algo así de mí… se me llenaría el alma de orgullo y de Cariño hacia esa persona.