Estoy
desnudo.
Impotencia.
Sólo hay
negro y vacío.
Desnudo, me
siento sobre la sangre
derramada
de los inocentes.
A manos llenas
la voy recogiendo
derramada
de los inocentes.
A manos llenas
la voy recogiendo
en el cuenco de mis manos
cubriendo con ella mi cabeza.
Espesa,
baja lenta por mis sienes,
sobre mis orejas.
Empapa mis ojos abiertos,
-no quiero cerrarlos-
Baja recorriendo mi nariz
y al inhalar penetra,
al exhalar forma una pompa
que explota,
como explota un misil
destrozando
los cuerpos de los niños,
de los ancianos,
de los inocentes.
La sangre
sigue bajando
e inunda las comisuras de mis labios.
Saco la lengua
y su sabor salado
me recuerda
las lágrimas de las madres
por la muerte de sus hijos
en el combate.
Su sabor metálico
me recuerda
las armas de los asesinos.
Continuamente
recojo sangre
y me voy empapando en ella.
No quiero que mi agonía acabe.
No quiero que el dolor ajeno
se aleje.
No quiero convertirme
en una bestia sin sentimientos.
¡Y grito!
Pero nadie
de los que tienen que escucharme
gira la cabeza.
Sólo
atienden a matar.
No paro de
recoger
sangre
empapando continuamente
mi cabeza.
Sin descanso.
No quiero
que la sangre
de los inocentes
se seque
en mi cuerpo
y forme una coraza
indestructible
que me impida
llorar.
Y no paro
de recoger
sangre, sangre, sangre...
sangre en el cuenco
de mis manos,
empapando
continuamente
mi cabeza.
Sin
descanso.
Porque no
quiero
que esa sangre
se seque
en mi cuerpo
y forme una coraza
indestructible,
que robe
mi humanidad.
…..ooOoo…..
cubriendo con ella mi cabeza.
baja lenta por mis sienes,
sobre mis orejas.
Empapa mis ojos abiertos,
-no quiero cerrarlos-
Baja recorriendo mi nariz
y al inhalar penetra,
al exhalar forma una pompa
que explota,
como explota un misil
destrozando
los cuerpos de los niños,
de los ancianos,
de los inocentes.
e inunda las comisuras de mis labios.
Saco la lengua
y su sabor salado
me recuerda
las lágrimas de las madres
por la muerte de sus hijos
en el combate.
Su sabor metálico
me recuerda
las armas de los asesinos.
recojo sangre
y me voy empapando en ella.
No quiero que mi agonía acabe.
No quiero que el dolor ajeno
se aleje.
No quiero convertirme
en una bestia sin sentimientos.
de los que tienen que escucharme
gira la cabeza.
sangre
empapando continuamente
mi cabeza.
Sin descanso.
que la sangre
de los inocentes
se seque
en mi cuerpo
y forme una coraza
indestructible
que me impida
llorar.
de recoger
sangre, sangre, sangre...
sangre en el cuenco
de mis manos,
empapando
continuamente
mi cabeza.
que esa sangre
se seque
en mi cuerpo
y forme una coraza
indestructible,
que robe
mi humanidad.
Ovaciones de pie, mi querido poeta!!!!
ResponderEliminarGracias. Diva!!! Un Besazo.
ResponderEliminarTerrible deuncia. Tampoco yo quiero guerras.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Sólo aquellos que se alimentan del sufrimiento humano quieren las guerras. El mismo Abrazo axuxao que te mando.
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