Consumiendo el último cigarrillo de la noche, paso el tiempo pensando en ti. El humo, caprichoso, forma arillos en el espacio de mi habitación, a veces, y otras, finos hilillos que se difuminan antes de llegar al techo. La luz del flexo golpea con su calor en mis manos, mientras escribo estas letras. Y tú no estás.
Estoy deseando volver a verte. Añoro tus ojos de canela oscura, cubiertos por el almíbar de tu mirada. Añoro el tacto suave de tus hombros. Nuestras manos enlazadas paseando por las calles mojadas, recién llovidas. Nuestros encuentros en el parque, dando de comer a las palomas. Añoro tus labios entreabiertos asomando tu sonrisa blanca. Añoro tus curvas, que me marean. Cuento los días y las horas, y hasta los minutos. Se me hace eterna esta espera prolongada. Se marchita el tiempo en mis manos, y el condenado vuelve a renacer.
Mueren los días en el calendario, y esa misma muerte pare de nuevo a sus hijos. Es el cuento de nunca acabar.
El otro día, asomado a la ventana, oí hablar al Viento del Sur entre nubes, algo así como que “lo mejor del olvido es el recuerdo”. Ya sé, lo nuestro no va de olvido, puesto que te espero. Lo nuestro va de que, lo peor del recuerdo, es tu presencia, tu presencia inmaterial, el tenerte y no poder abrazarte. Olerte sin poder verte. Que estés sin estar.
En mi casa, en el trabajo, cuando voy por la calle, con los amigos... Todo mi entorno se enmarca entre barrotes arañados por mis manos, queriendo escapar de esta cárcel. Tú eres mi carcelera que no llegas nunca, que nunca llegas con tus llaves doradas para liberar esta espera. ¿Te acuerdas de los animales enjaulados en el zoo? Un baile rítmico, frenético, casi agónico, les consume la vida en cautiverio. Pues a ellos me asemejo en mi interior. Para más coña, solo me faltaba que yo también fuera por ahí con ese ritual esquizofrénico. Y es que, ya te digo, bebo los vientos por ti, me deshago en pedacitos de amor por ti, que voy derramando por las esquinas; desperdiciando tanto amor que llevo dentro, sin poder dártelo... Si pudiera guardarlo en una cajita hecha a propósito... a propósito para que no se desperdiciara y cuando estuvieras junto a mí, dártelo todo de golpe...
Estoy deseando volver a verte. Añoro tus ojos de canela oscura, cubiertos por el almíbar de tu mirada. Añoro el tacto suave de tus hombros. Nuestras manos enlazadas paseando por las calles mojadas, recién llovidas. Nuestros encuentros en el parque, dando de comer a las palomas. Añoro tus labios entreabiertos asomando tu sonrisa blanca. Añoro tus curvas, que me marean. Cuento los días y las horas, y hasta los minutos. Se me hace eterna esta espera prolongada. Se marchita el tiempo en mis manos, y el condenado vuelve a renacer.
Mueren los días en el calendario, y esa misma muerte pare de nuevo a sus hijos. Es el cuento de nunca acabar.
El otro día, asomado a la ventana, oí hablar al Viento del Sur entre nubes, algo así como que “lo mejor del olvido es el recuerdo”. Ya sé, lo nuestro no va de olvido, puesto que te espero. Lo nuestro va de que, lo peor del recuerdo, es tu presencia, tu presencia inmaterial, el tenerte y no poder abrazarte. Olerte sin poder verte. Que estés sin estar.
En mi casa, en el trabajo, cuando voy por la calle, con los amigos... Todo mi entorno se enmarca entre barrotes arañados por mis manos, queriendo escapar de esta cárcel. Tú eres mi carcelera que no llegas nunca, que nunca llegas con tus llaves doradas para liberar esta espera. ¿Te acuerdas de los animales enjaulados en el zoo? Un baile rítmico, frenético, casi agónico, les consume la vida en cautiverio. Pues a ellos me asemejo en mi interior. Para más coña, solo me faltaba que yo también fuera por ahí con ese ritual esquizofrénico. Y es que, ya te digo, bebo los vientos por ti, me deshago en pedacitos de amor por ti, que voy derramando por las esquinas; desperdiciando tanto amor que llevo dentro, sin poder dártelo... Si pudiera guardarlo en una cajita hecha a propósito... a propósito para que no se desperdiciara y cuando estuvieras junto a mí, dártelo todo de golpe...
Y es que, necesito estrujarte entre mis brazos, sentir tu calor a mi calor pegado... como ya te dije hace algún tiempo, jugar al juego del amor “sin tocarnos”. Disfrutar de nosotros. Sentirte a mi lado. Sentir que nos necesitamos el uno al otro, simple y llanamente, por la necesidad de compartir nuestro amor.
Ya se que en tus cartas me dices que no desespere y que a ti también, a veces, te aflora la impaciencia por estar a mi lado, y mil cosas más. Y es que, eso y esas mil cosas más, son las que me aletean por todo mi cuerpo como mariposas negras, haciéndome perder la cordura por no estar junto a ti.
Recuerdo el día que nos despedimos en el aeropuerto y me dijiste: “ya verás, cariño, que seis meses se pasan pronto”... ¡Joder!... Pues ya vamos por tres y no aguanto otros tres sin verte. ¡Y no aguanto más! Mañana salgo para Londres, que he encontrado una oferta de vuelo. Llegaré antes que esta carta. La leeremos juntos.
Besicos.
Ya se que en tus cartas me dices que no desespere y que a ti también, a veces, te aflora la impaciencia por estar a mi lado, y mil cosas más. Y es que, eso y esas mil cosas más, son las que me aletean por todo mi cuerpo como mariposas negras, haciéndome perder la cordura por no estar junto a ti.
Recuerdo el día que nos despedimos en el aeropuerto y me dijiste: “ya verás, cariño, que seis meses se pasan pronto”... ¡Joder!... Pues ya vamos por tres y no aguanto otros tres sin verte. ¡Y no aguanto más! Mañana salgo para Londres, que he encontrado una oferta de vuelo. Llegaré antes que esta carta. La leeremos juntos.
Besicos.
Y como sencillamente me ha encantado, sólo quería hacértelo saber. Además, que será que como yo estoy más que tocada con el tema de la espera (la desespera, más bien), pos me ha llegao más hondo que al alma, si es que eso es posible.
ResponderEliminarNecesarias las cartas cuando decir algo de viva voz es sumamente complicado. Y no porque no nos atrevamos o no sepamos qué decir, sino porque en una carta, las palabras no se escapan, quedan siempre, y darles la intención y el orden que buscamos en ellas, es mucho más fácil.
Genial, Guillermo.
Besos-Besicos.
Ya se sabe que la distancia es mala compañera para el amor de verdad. Que bonito sentir que hay gente en el mundo que ama de verdad.
ResponderEliminarBesos Guillermo
Yolanda
dicen que la distancia es el olvido pero yo no concibo esa razón, porque yo seguiré siendo el cautivo...
ResponderEliminarbicos Guille ¿estás mejor?
No existe distancia cuando hay amor, porque se siente cercanía, desde el corazón.
ResponderEliminarPrecioso escrito, hoy sí que te vuelvo a colocar entre mis 10 recomendados porque este post es una auténtica belleza en sentimientos y en profundidad, me ha encantado.
Un beso.
Me encanto!! que bonito lo q has escrito y cuanto amor hay , ve corre y no la dejes escapar !!
ResponderEliminarBesitos Guille y q tengas un lindo día:)
Me cae como de perlas.... y me recuerda una cancion leaving on at jet plane !
ResponderEliminarQue bonitas son las cartas de amor en que la espera de pocos dias se vuelve la union!
sALUDOS de un jamon.
Es el mejor de los carteros, uno mismo :)
ResponderEliminarbesicos
¿Que tal tiempo hace en Londres?
ResponderEliminarFeliz encuentro!!
Besines alados.
Ay, cómo se sufre por amor en la distancia. yo sé muy bien de eso y te comprendo. Si puedes ir, vé...no pierdas tiempo.
ResponderEliminarPreciosa carta, Guille, está impregnada de amor del bueno.
Besitos
Que bonito travieso!!!!
ResponderEliminarEspero que lo que sientes sea muy duradero..siga siendo así de hermoso con el tiempo..y que pasees las calles mojadas por la lluvia con las manos enlazadas de la persona que amas...
Escribir?..si,cuando tenga algo que decir,aunque sea poco...pero estos dias querido amigo..tengo el corazón algo amodorrado y la mente adormecida entre un colchón de desidia y tristeza...solo eso...pero pasa,y cuando lo haga yo, MARIA ..MOIRA..volveré..
Mil besos
Como me suena esto y la espera se hace eterna, no corren las agujas del reloj...
ResponderEliminarEspero que el reencuentro sea inolvidable :)
Un beso
llegar antes que todo...
ResponderEliminarpreciosoooooooooooo!
te quiero Guille
Pues sí que vengo yo hoy adelantada a tu rincón jajaja, es que no miro la hora ni tampoco el día jaja.
ResponderEliminarSaludos y sonrisas.
Louudes... Me alegro el haberte transmitido "más hondo que al alma"... Y sí... es que las palabritas se las lleva el viento.
ResponderEliminarBesicos.
Yolanda... En el mundo hay más gente que ama de verdad, de la que podemos imaginar... y de la que se hace la dura y es gente más buena quelpán
Besicos.
Aldi... es que este finde... alguien te canturreó esta canción???... Seguro que sí.
Si estoy mejor???... bueno, ya sabes.
Besicos.
María... La dureza de la distancia se convierte en cercanía con... Con ese viaje a Londres... jejeje
Gracias por tus palabras y por tu top 10
....... Vaya... con que no miras ni el día ni la hora... eh???... No será que quieres otras zapatillas???... jajaja
Besicos.
Pato... Gracias por tus palabras... Hace tiempo que no la dejé escapar... jeje.
Buen todoeldía para tí.
Besicos.
Wychy... Como perlas en collar???... jeje
Y es que cuando uno ve la cercanía... esa carta se convierte en caramelo, eh???
Besicos.
Belén... Sí, y si en vez de cartero somos la propia carta... Vamos, que nos ponemos un sello en la nariz y después de todo, nos sale el viaje... como que bastante-mucho más barato... jeje
Besicos.
Mariposa... Pues mira... ahí maspillao... si quieres te digo la hora que es... jejeje
Besicos.
Marysol... La verdad es que hay quienes llevan mejor o peor las separaciones... Yo, sinceramente, nunca las he llevado bien; de todas formas, mi destino en el amor está cumplido y... ciertamente, no perdí el tiempo... jejeje
Besicos.
Moira... Yo tb. lo espero y lo creo.
Tómate tu tiempo... el que necesites. Nadie te obliga.
Besicos.
Dianna... Bienvenida!!!...(creo no haberte visto-leido por aquí antes...???)...
Siempre que hay amor, los encuentros son inolvidables, y por muy poco que duren (los encuetros), se convierten en toda una eternidad... Bueno, a veces tb. la ausencia, aunque sea corta, se convierte en toda una eternidad, claro.
Besicos
Enre... Llegar, sí... siempre llegar a complir los sueños, las ilusiones, o por lo menos, a poner todo nuestro empeño en ello.
Besicos... quien no quererte a tí???
María, María...
Jajaja es que ahora quiero otro post no otras zapatillas.
ResponderEliminarMi sonrisa.
:)...Vale María... pues a la noche del miércoles.
ResponderEliminarBesicos. :)
Tú al menos te has encontrado, lo malo es que algunos, ni siquiera eso, aún y no sé si será peor después... jajajaaja
ResponderEliminarPues, no sé si he venido, voy y vengo y ya ni sé dónde, quizás nos hemos leído en algún blog..., es igual, aquí estoy y para quedarme si me haces un huequito :))
Besitos, niño y feliz día.
Dianna... Gracias por tu visita.
ResponderEliminarPásate por aquí, cuando quieras. Siempre serás bienvenida.
Besicos.