Volar, volar
sobre primaveras doradas,
sobrevivir a un oscuro sueño,
donde amapolas quebradas
resurgen de nuevo al viento.
Soñar, soñar
con primaveras añoradas.
Que guardan silencio,
en los juveniles sueños
de un amor deseado.
Amar, amar
a la primavera hermosa
vestida de mágico atuendo
y perderme en la espesura
de blancas nubes y azul cielo.
Primavera, primavera,
tan bella como dulce espera
gozar de celestial promesa.
Reposar en armonía pasajera
y aguardar para siempre tan bella escena.
Volar, soñar, amando,
ResponderEliminarsobre primaveras otoñales,
que cubren la piel.
Soñar, amar, volando,
con la belleza del viento.
Amar, volar, soñando,
vestida de blanco.
Un beso y muy bonito el post que nos has dejado, me ha inspirado.
preciosa y mágica escena... o escenas diría...renacer en primavera.
ResponderEliminarmil besos
Dios, leer esto en otoño, me hace al menos esperar con sonrisa la llegada de la primavera...
ResponderEliminarBesicos
Esto lo haces para chincharnos, ¿no?
ResponderEliminarComo todavía nos queda una eternidad para la primavera, lo haces para ponernos los dientes largos, ¿eh?
Hay que ver, qué mala gente!! Ahora entiendo lo de "travieso"...jajaja...
Es bonita la poesía, sí, pero un poco temprana. O quizás tardía?
(Bueno, para los amigos argentinos, desde luego, no). :-)
Besos-Besicos, Guillermo.
En nombre de Madrugadas de Papel, os doy las gracias por vuestras palabras.
ResponderEliminarBesicos.