Mi Alma Femenina

   Tal vez, por unos acontecimientos acaecidos hace unos días, me ha venido la inspiración, más o menos acertada de este poema.

   Se lo dedico especialmente a una joven amiga que, no por joven, falta en madurez, que la tiene y consideradamente en demasía.

   Va por tí, J, con todo mi cariño.

Quiero llorar

el ansia

que por ti siento.

Llorar la niñez

de la hombría

que me pesa

tras estos años

de vida intensa.

Intensa

en los sentimientos

de mi corazón,

por la vida

experimentada.

Quiero llorar

la feminidad

que no tiene el yang

y como él,

ser espíritu soñador

e intuitivo…

nido de vida,

sol que recibe

el germen

de la creación.

Que sepas, quiero,

que tú,

al igual que yo,

somos dos

en uno.

Que tu interior

como el mío

derrama llanto

cuando el llanto

a nuestro corazón llama.

Porque llorar

también es de hombres

si a tu puerta llama

con la delicadeza

y el dolor

de un corazón dañado,

perdido.

No me pidas

piedras secas

de un desierto

árido y seco,

cuando tus lágrimas,

al igual que las mías,

pueden formar

ríos de desconsuelos

por un amor destrozado;

por la pasión rota…

por la soledad impuesta,

por un doloroso amor.

No me importan

los lienzos

de bellos hilos

de oro bordados,

ni las bibliotecas

llenas de ciencia

consagrada

a la existencia del ser humano.

Lo que me importa

es saber que tú y yo

existimos

y que por ser

quienes somos,

somos importantes.

Dame tus lágrimas

de hombre,

que yo te daré

lágrimas de mujer.

Que son las mismas.

Dame tu sensibilidad

que aún está viva

y a la mía

unámosla

entre corazones

y pétalos de flores

que alegran nuestra vista,

y amémonos

como seres

de energía vital.

Besa mis ojos,

si con tus lágrimas

lo haces.

que yo besaré tus ojos

con mis lágrimas

escapadas

de mis ojos.

No quiero creer

que soy quien no soy.

Tan solo quiero ser y amar

siendo quien soy.

Y quiero

nadar en mis aguas,

dormir en blandura,

cerrarme a lo malo,

resistir al frío,

amar la Tierra,

palpar la noche,

sentir mi sangre,

notar lo oscuro,

gritar a la luna,

reír al nacimiento,

subir hasta no poder más

y por último,

inspirar los aromas

que acuden a mi alma femenina

…..ooOoo…..