Te
amo en tu debilidad,
en
tu respirar pausado y tranquilo
que
te invita a sentarte y descansar,
mientras
paseamos a la luz del mediodía
entre
jazmines que huelen a ti.
Te
amo, amor, en la debilidad de tu ser,
cuando
veo volar a tus ojos,
perdiéndose en el horizonte
olvidándose
de mí.
Te
amo, mi amor,
en
el lienzo blanco
de
tus recuerdos marchitos,
de
mi yo olvidado,
mientras
hacemos el amor
y
tus manos abrazan
a
otro hombre que te ama,
como
solo yo puedo amarte.
Te
amo, amor mío,
en
tus preguntas diarias
y
casi siempre iguales,
en
tus incógnitas por resolver,
en
tus días tan iguales unos a otros.
Y
te amo sin fronteras ni razones.
Te
amo, sin ser yo,
porque
soy tú,
y
solo así puedo amarte.
…..ooOoo…..
(inspirado en uno
de los textos que Manuel Brun repartió para interpretar, a quienes asistimos a su taller de teatro, bajo el lema “La mirada del personaje”, los pasados días 24 y 25 de enero. Este
texto, en concreto, es la escena “Memoria”, de “La reunificación de las dos
coreas”, de Jöel Pommerat, y nos lo ofreció a Cristina Polo y a mi,
ambos, pertenecientes al Aula de Teatro
el Desván, dirigido por José Salguero.
“Te Amo En Tu
Debilidad” es la frase que empleé en uno de los ejercicios que hicimos para interpretar
el personaje)
Precioso. Colmado de ternura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Abrazo y besicos para ti. Gracias, Yashirita.
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