Mi
querido Jose:
Ya
ves, aquí, encerrado en casa, abrazando y queriendo al mundo para que, entre
todos, nuestro amor pueda recuperarnos pronto de este mal bicho que nos ocupa
todo el ocio del que podemos disponer.
Sí,
sí, soy consciente de lo que he dicho: “abrazando
y queriendo al mundo” Claro, y es que, en estos momentos en los que los
abrazos han volado como aves migratorias, todo acto de amor hacia los demás es,
como si fuera un abrazo. Un “quedarse en casa”, es un abrazo soliario;
“ayudar a los vecinos imposibilitados”
es, un abrazo solidario”; confeccionar máscarillas si lo piden los hospitales” es,
un abrazo solidario… “llamar la atención a quien no cumple con la cuarentena”
también es un abrazo solidario; “reconocer y valorar cada noche con aplausos,
la labor sanitaria de los que luchan en los hospitales por salvar vidas” es, un
abrazo solidario: Un acto de amor.
Ya
ves, qué palabra más cursi… “Amor”
Vivimos
tan rápido y tan dándole gustito al cuerpo… Vivimos tan de capricho y tan
egoístamente, tan ensimismados en nosotros mismos, que nos importa un carajo el
daño que podamos hacerle a los demás.
Qué
importa ya de dónde o por qué causas tenemos a este terrible virus campando a
sus anchas por todo el mundo ¿Lo sabremos algún día? Lo dudo. La importancia está en el hoy y el futuro que
nos espera, lo importante es la lucha solidaria del ser humano para ayudar al
propio ser humano. Lo importante es, la solidaridad entre todos nosotros y tratar de acorralar a este puñetero virus. Y
es que, que digo yo, que acorralándonos nosotros mismos en nuestros domicilios,
podremos acorralarlo a él. Si todos nos aislamos, aislamos al virus. Es, como
si muriendo nosotros un poco entre cuatro paredes, pudiéramos matarlo por
nuestro propio bien. Es, como digo, un acto de amor del ser humano hacia el propio
ser humano. Pero hay tanta humanidad que ni a ellos mismos se aman… Y en el
fondo, ellos no tienen la culpa, o ¿sí? Cada uno tenemos nuestra parte de
culpa, porque materia gris tenemos todo; otra cosa es la capacidad de afrontar
o razonar una situación, y es a eso a lo que me refiero.
Y
en toda esta guerra, ahí están nuestros héroes de siempre, en los hospitales,
en primera línea, todos héroes, desde el administrativo o celador, hasta el
último… Bueno, no, no todos los sanitarios son héroes, porque hay sanitarios
que viven sobre la moqueta, y desde la moqueta y el sillón de un despacho no se
es tan héroe, casi nada, por no decir nada de héroe. Y es que, es muy fácil dar
opiniones y mandar, pero una cosa es mandar y otra es saber mandar y estar
jugándose la enfermedad y la vida, junto a pacientes infectados, y sin apenas
EPI´s.
También
hay otros héroes, como es todo el personal de aquellos comercios de primera
necesidad y sus abastecedores, que están ahí día tras día para que el resto de
ciudadanos podamos tener cubiertas nuestras mínimas necesidades; y la policía y
parte del ejército y… y tanto otros servicios primarios al ciudadano.
¿Recuerdas
cuando a Amancio Ortega lo criticaban por donar…? “Que el
Estado no necesitaba donaciones de esa persona” “ Que la Sanidad española no necesitaba limosnas”, decían. Y ahora,
¿es que no es limosna lo que está haciendo la Solidaridad del Pueblo español
con los médicos y sanitarios haciendo máscarillas? El que en un hospital se
esté trabajando sin EPI´s, eso sí que es una donación de voluntad al Estado Español. Pues sí, es una limosna de
incalculable precio. ¿A caso se puede valorar el jugarse la salud y la vida? Y
es que, en general, el Pueblo español es rico en solidaridad, y extiende la
mano a la pobreza de un Gobierno que, por lo menos por ahora, se empobrece,
cada vez más, con sus “no decisiones” y disputas internas.
Hartos,
hartitos están los médicos y enfermeros y policía en general, de contarnos los
problemas que en sus diferentes trabajos tienen. Y es terrible y deplorable,
que una hija salga de cierto hospital diciendo, que los médicos le han dicho
que “por la avanzada edad de su madre, no
le van a poner asistencia respiratoria”, que están, en “estado de guerra”. O que un policía diga
que han parado a gente paseando a su mascota, y que éstos dicen “que van de compras al super o a la farmacia…” y resulta que estaban a más de un
kilómetro de su casa. Sí terrible, deplorable y… y para cogerlos del cuello y
estrangularlos.
Cuando
se tienen pocos años, porque se es joven y en plena efervescencia de edad, la
muerte nos viene, porque nos viene, de muy lejos y se ve difuminada en el
horizonte y no se piensa muy en serio respecto a encerrarnos en casa para parar
el contagio, aunque pienso, que hay mayorcitos que parecen… críos no: Estúpidos
inconscientes. Pero conforme avanzamos en edad, poco a poco nos vamos dando
cuenta que la muerte, aunque seamos millones en el mundo, su guadaña,antes o
después nos llega a todos y además, cuando uno menos se lo espera.¡ Pero coño,
no le silbemos como si de un perrico se tratara para que acuda a nuestra
llamada y se nos suba encima!. Pues así
es, eso es lo canalla y “criminal”, que hay quienes no entiende que su estupidez,
imprudencia y falta de solidaridad, puede contagiar a otras personas, incluso
matarlas. Sí, la imprudencia y estupidez nos convierte en asesinos en potencia.
Pero
no te rías, que ya te estoy viendo, y me conoces lo suficiente como para saber
que no soy un alarmista. Te recuerdo que sabes que yo soy de los que opinan que
los conductores, todos, cuando conducimos el coche, llevamos en nuestras manos
un “arma mortal,” que de nosotros depende cómo la usemos. Sí, claro, igualito
como un policía que lleva un arma. Igualito. Pues lo mismo de igualito con los
portadores del Covid-19. Y podemos
llevarlo sin saberlo. Podemos estar jugando a la “ruleta rusa”
Sí,
por supuesto que me refiero a esos imbéciles imprudentes que, como yo digo, son
una Pandemia de la que nunca ha habido, hay y nunca habrá, cura ni vacuna
alguna.
Mi
querido amigo, ya me despido. Nosotros seguiremos respetando, cómo no, la
cuarentena, lo que quiere decir que seguiremos cuidando a los de nuestro
entorno. Sí, todos aquellos que está en casa sin salir, respetando la
cuarentena, cuidamos a los demás y a nosotros mismos.
Suerte, José....
ResponderEliminarChapeauuuuuu!!!! nunca tan bien explicado y que bien tu enfado,ya sabes que yo vivo en el fin del mundo,pero aqui aunque no hay mucho de momento como en Europa, personalmente hago los deberes como se debe.Está bien todo lo que te enoja. Como siempre mi deseo que desde el fin del mundo. Chapeauuuuu tu escrito. Abrazososososososos virtuales..
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