Quien diga que dejar de fumar no cuesta trabajo... no sabe lo que se dice o no ha sido fumador... digo.

(En primer lugar, deciros que no soy partidario de los post muy largos. Éste es un poquillo extenso y trata sobre dejar de fumar; así que, si no te interesa, no gastes tu tiempo, pero si lo lees, y fumas, tal vez te ayude y, si no fumas, tal vez se lo puedas comentar a algún amigo y le ayudes.)

Se suele decir por algunos “ambientes” que “no hay enfermedades sino enfermos”. Bueno, creo que sobre esto habría mucho que hablar, pero en cierta forma, la frase no es del todo errónea y tiene su parte de verdad: “la voluntad de vivir de un paciente ha superado enfermedades” (yo si creo en ello). 

La voluntad de querer lograr algo en la vida es un factor muy importante a tener en cuenta. Esto, todos lo sabemos. Con este post de hoy, lo que pretendo es hablaros del “fumar” y de que es posible dejar de hacerlo. Que no porque algo nos produzca placer, tiene por ello que ser beneficioso para el organismo. De hecho, cualquier combustión y su inhalación, que vaya a parar a nuestros pulmones, no creo que sea del todo sana. 

 No creo que esté diciendo nada nuevo al respecto de dejar de fumar, pero hablo desde mi propia experiencia, ya que yo empecé a fumar a los 16 años. A los 29 dejé de hacerlo, y a los ocho años después, volví de nuevo a fumar hasta hace unos cuatro o cinco años, que de nuevo volví a dejarlo.

--Guillermo, entonces ya no eres fumador.

--Sí, ojalá que no lo fuera, pero después de la experiencia adquirida... Digamos que soy fumador en periodo de no fumar.

 Y es que, el que ha sido fumador empedernido, lo será, (lo seremos) para toda la vida. No creo que fumar sea “un placer”; más bien creo que es una esclavitud, primero y principal para la salud, y segundo, para la economía familiar, sobre todo en estos momentos de crisis económica. 

No estoy de acuerdo en tratar a los fumadores como bichos raros o “apestados” sociales o... o esas barbaridades que se dicen (aunque, sinceramente, apestar, apestan...he apestado, un poco. Ellos no se dan cuenta... no nos hemos dado cuenta...pero los no fumadores sí) Sí estoy de cuerdo por que haya un respeto mutuo pensando que, los derechos del no fumador deben prevalecer sobre los del fumador, ya que es cierta la figura del fumador pasivo, y tb es cierto que se le está avasallando haciéndole tragar un humo, como si entráramos con nuestro coche a escape libre en un parque, por ejemplo el del Retiro de Madrid, y nos pusiéramos a pegar acelerones junto a una persona que está sentada en un banco leyendo plácidamente un libro. 

¡¡¡brrrrrummmm-brrrrrrrruuuummm!!! 

--Por favor, caballero, podría salir del parque y circular por la carretera, y no hacerme tragar el humo de la combustión de su vehículo... Y no es una pregunta. Gracias. 

Ánimo, fuerza de voluntad, y ayuda tanto estatal como familiar es lo que hace falta... y sobre todo, sobre todo, estar convencidos de que el tabaco perjudica y que si dejamos el tabaco, vamos a conseguir una mejor calidad de vida.

Perdonadme que os diga (a los fumadores), que otro tipo de pensamiento a favor del tabaco, es engañarnos a nosotros mismos... Te lo dice un fumador que lleva más de 5 años sin fumar... ya lo he dicho arriba... (((y que volvió a fumar de nuevo en 2012 y que, ahora, a fecha 5 de Marzo de 2014, llevo cerca de 1 año sin fumar. ¿Podría decir que ésta es la vez definitiva?)))

Hacer un alegato a favor del tabaco, es equivocar los caminos. Yo me he engañado muchas veces. Lo siguiente está sacado de un ejemplar gratuito de una revista de salud llamada SALUD21 (Ediciones Vitalidad y Progreso) de la 1ª quincena Marzo de 2010, de aquí, de la Región de Murcia. El artículo, escrito por Liliana Sánchez. Yo, aquí no lo publico íntegro, pero sí que lo hago en su mayoría:

DEJAR DE FUMAR ES POSIBLE FÍSICA Y QUÍMICA UNIDAS PARA RECHAZAR EL HÁBITO DEL TABACO 

Un tratamiento que combina la biorresonancia y la organoterapia (hepática y renal) ataca de raíz la adicción al tabaco, ya que consigue quitar la “necesidad” que siente el fumador de consumir nicotina, al tiempo que depura el organismo, eliminando los depósitos de ésta que se acumulan en la grasa corporal, y fortalece el cerebro mediante el suministro de nutrientes, que le ayudarán a restablecer la producción normal de dopamina. El paciente se despide del tabaco fumando su último cigarro en la primera sesión, justo antes de ser conectado al equipo de biorresonancia, donde recibirá vibraciones electromagnéticas que anularán el hábito. ... ante cada experiencia placentera nuestras neuronas liberan dopamina, una sustancia conocida como “el neurotransmisor del placer”. En el caso de los fumadores esto no funciona así. La nicotina (molecularmente similar a la dopamina) acumulada en el cuerpo actúa como un disparador de los receptores del placer; cada vez que se enciende un cigarro se goza de una situación placentera y, con el paso del tiempo, la dopamina ya no es necesaria, por lo que las neuronas dejan de sintetizarla. El tratamiento a aplicar, por un lado, bloquea la necesidad de nicotina a nivel cerebral; elimina los bolsones de nicotina acumulados en el cuerpo, a través del drenaje renal y hepático, a la vez que se estimula el cerebro con nutrientes para que vuelva a “fabricar” dopamina. El paciente fuma su último cigarro durante la primera consulta; luego se le conectan una serie de electrodos que le transmitirán un conjunto de vibraciones. Lo que hace la máquina es invertir ese orden primario para bloquear la necesidad de nicotina. Además, el paciente recibe cuatro inyecciones que son disoluciones homeop´ticas para estimular las funciones hepáticas y renales, ayudando a eliminar los depósitos de nicotina que se acumulan en la grasa. El tratamiento dura unas dos semanas e incluye un total de seis sesiones en el aparato de biorresonancia. Los resultados muestran una eficacia cercana al 60%; el otro 40% depende del paciente, ya que es éste el que debe tener claro que quiere dejar de fumar.

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(Quiero hacer constar que este tratamiento hace referencia a una clínica privada, la cual no voy a publicitarla

La foto que publico no corresponde al artículo en sí. Es una pintura en un techo de una sala de una empresa, para fumadores

Por último decir tb. que no he querido entrar en la polémica de cómo es posible que, por un lado, haya una publicidad tan en contra del tabaco y los fumadores, y que me digan que el tabaco mata, y que por otro lado, se esté permitiendo su venta... Ésta es otra historia de la cual podríamos hablar largo y tendido... Gracias si has llegado hasta aquí)