Descansa En Mi Pecho

Que me entiendas. 

Quiero que me entiendas, 
sin divagaciones ni enredos 
que salgan de mis labios. 

Que me atiendas, quiero.

Que me atiendas con la mirada clara 
y receptiva a mis palabras. 
No quiero que apartes 
ni uno solo de tus sentidos, 
de aquello que trato de decirte. 

No deseo poner adornos ni luces de colores 
y huyo de toda frase engalanada. 
No pretendo adular tu ego con vanidosas palabras 
que difuminen la cálida sensación de este momento. 

Escucha y atiende. 
Olvídate del día a día y del mañana, 
porque es el ahora lo que estamos viviendo. 

Ven, descansa en mi pecho. 

Y ahora, escucha y atiende 
a los latidos de mi corazón: 
tan solo te hablan de amor.

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