No entendía cómo podía haber dejado pasar la ocasión tanto tiempo sin pavonearme si quiera delante de ella. Qué menos que desplegar mis encantos personales e invitarla al cine o al teatro o... o yo qué sé, aunque hubiera sido a cenar a un Mc´Donald... Tonto y mil veces tonto, me dije, y además, del culo! Y para colmo de males, precisamente se marchaba al día siguiente, destinada a Toledo. Jilipollas!... Sí, la chavala estaba bien, bonica, graciosa, un cuerpo guay... Guay? Lo que estaba era buena, buenísima a reventar y no tenía de desperdicio ni las pelotillas de los dedos de los pies... percebitos para comérselos.
La llamo, la llamo ya mismo -me decía mientras buscaba el móvil por los bolsillos- Y como no esté, me meto a cartujo... Por mis güevos que a cartujo me meto.
Sin perder un instante saqué el móvil del bolsillo interior de la chupa de cuero y llamé a Cinta.
El corazón se me salía hasta por las orejas de la emoción y la tortura de pensar que no me cogiera la llamada. En pocas ocasiones habíamos coincidido, la verdad, y cuando ocurría, era con otros amigos y amigas, aparte que, tampoco había notado yo que se fijara en mí y, por supuesto, si eso hubiera ocurrido, me habría dado cuenta... menudo soy yo.
--Sí?
-- -(Joder, bien, Guay!!!!) , Cinta?
--Sí, quién es?
--Bueno... esto... –(Mierda)-... Cinta, soy Edu!
--Edu?
--Sí, Edu No me recuerdas? -(joder!)-
--Pues, así de pronto...ahora mismo no recuerdo a ningún Edu.
--Edu! Los martes en la bolera. Las birritas. Juan, Carmelo, Ignacio, Ángela, Espe...
--Ah!, Eduardo
--Bingo!
--Qué?
--Nada. Oye, que te llamaba porque me he enterado que te marchas a Toledo y...
--Si, mañana quiero salir temprano. Ya estoy casi terminando de empaquetar. Saldré sobre las siete de la mañana en mi coche.
--Ya, esto... Bueno, que quería... Despedirme de ti, y que si te apetece, podríamos esta noche salir a cenar... algo sencillo.
--Joder Eduardo, ya era hora que te hubieras decidido!
--¡?!...
--Eduardo?
--Tía, es que me has dejado sin saber qué decir. No esperaba esa respuesta de ti. Todas, todas las respuestas del mundo, menos esa. Te lo juro!
--Venga, déjate de coñas, tío, o es que no te dabas cuenta de las miradas que te echaba cuando íbamos a la bolera?
--Cinta... bueno, en esas cosas me defiendo bastante bien y...
--Ya! Permíteme que te diga dos cosas: ja! y ja! Experto... ja!
--Coño, Cinta!
--Vale, tío duro, jejejejeje... que sí. Cuándo quedamos?
--Pues no sé, ocho?, nueve?
--Mejor a las nueve. Te parece?
--Vale!
--Ah! quedamos en mi casa. Hay una llave en una pequeña bolsa de plástico enterrada en la maceta que tiene una mini tomatera. Úsala, entra y me esperas a que me termine de arreglar que, posiblemente, esté en la ducha. Y después salimos. Vale?... Ah!, ven un poco antes de la hora. De acuerdo?
--Vale, Cinta.
--Pues en eso quedamos.
Llegué a su casa a las nueve menos diez. Llamé al fono y su voz me sonó a gloria bendita cuando la oí salir por aquellos agujerillos.
--Cinta?... Soy yo, Edu, Eduardo.
--Sube y entra con la llave, que voy a ducharme. Busca por la cocina algo para tomar. Yo saldré enseguida. No soy de las que tardan.
--Vale!
La puerta de la calle se abrió automáticamente. Me encaminé hacia el ascensor. Pulsé el décimo. Y en mis ansias por llegar, se me hizo una eternidad la subida. Por fin llegué y una musiquita “do-mi-sol” sonó a la vez que se paraba y se abrían las puertas. Desde dentro del ascensor pude ver, justo en frente, una maceta con una tomatera. Localicé la llave y abrí, para mí, la caja de los deseos. Un aroma femenino y sutil invadió mi cerebro.
Una vez dentro cerré la puerta y avancé por un pequeño pasillo hasta entrar en un salón espacioso. La decoración de la casa era cálida y acogedora, con maderas rústicas, linos y algodones en cortinas y muebles, lámparas de colores, jarapas...
Al momento de entrar en el salón oí la voz de Cinta.
--Eduardo, por favor, tráeme el albornoz que está en mi dormitorio, el de la puerta color melocotón, es que se me olvidó, y me lo traes al cuarto de baño. La puerta malva.
Habían cuatro puerta de diferentes colores y una barra americana.
La puerta de color melocotón estaba cerrada. La abrí girando el pomo. Una luz tenue alumbraba desde una de las mesillas. El albornoz se encontraba a los pies de la cama. Ésta estaba deshecha y me dije que, quizás, con la mudanza, no le habría dado tiempo de hacerla.
Me agaché un poco para recoger la prenda, cuando noté por detrás que alguien me empujaba y me hacía caer de bruces sobre la cama. Al pronto me giré y allí, frente a mí, ¡totalmente desnuda...!
--Cinta!
No podía dar crédito a mis ojos. La situación se me había escapado totalmente de las manos... Joder, qué buena estaba!
--Cinta, por tu madre!
--Deja a mi madre tranquila. Y ahora, machito, preocúpate de mí.
Joder!, Cómo me iba a preocupar de ella?! En todo caso, de quien tenía que preocuparme era de ese monstruo sexual que ya me había quitado las chanclas y casi me había terminado de quitar los pantalones en un abrir y cerrar de ojos!
...
Bueno, por lo demás... Por lo demás decir que al día siguiente se marchó a Toledo. Pero aquello de marcharse a las siete de la mañana... No, no.
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ResponderEliminarGuiller: nos cortas lo mejor... je je je...
ResponderEliminar¡pobre Edu!...
bicos,
Aldabra
Si se asoma "El Caballero", se desmaya.
ResponderEliminarEjemm... El resto se imagina.
Besines alados.
Aldi...Pobre Edu??? Anda, que ya conoces la historia... Y lo bien que se lo pasaron... (y no es pregunta... jejeje)
ResponderEliminarBesicos
Mariposa... Ya quisiera el caballero pillar a su Dama como Edu... jejejeje... Porque, el resto... se imagina. Claro que se imagina. Y menos mal que Cinta iba en su coche particular, porque si va en otro medio de transporte... lo pierde... vaya que si lo pierde... jejejejeje
Besicos.
Ves???? A Edu le sirvió esa llamada. Esa última llamada antes de que la niña se fuera a Toledo. ¡Lo que se hubiera perdido! Besos
ResponderEliminarUhhhhh así que te portaste bien eh??? juas!!!!!!ç
ResponderEliminarSi es que vales un potosíiiiiii
Besicos
Que bien 2x1......viaje a toledo y viaje a Edu je je
ResponderEliminarC´est la vie!
Saludos o mejor para ti saludicos.
Soleteeeee... pero qué dices???... Vamos a ver... Que son 10 minutos!!!... Entre que llamas, que vienes y que vas y que... Vamos, que te mueres (como el chiste) y encima te quedas con las ganas a medio camino... jejeje
ResponderEliminarBesicos.
Belenuca... Que no... que yo soy guillerrrrrmo... A ver, repite conmigo: Gui-ller-mo... Bien!!!...jejejeje
Besicos.
Amapola... Gracias por tu visita... Bienvenida.
Bueno, yo diría que tb. viaje a Cinta... No vamos a dejar al pobre Edu a dos velas... jejejejeje
Besicos, sí, besicos.
(Ya he estado en tu blog... y ahora te copio al mio)
Ujules le salio atrevida!!!!
ResponderEliminara quien le dan pan que llore jajajaja....
abrazo
Wychy...pues la historia continúa, pero qué mejor que regalar imaginación... jejejejeje...
ResponderEliminarY a quien le den agua, que ría.
Besicos
Vaya vaya con Cinta, tanto tiempo para pensar en llamarla o invitarla y mira por donde..
ResponderEliminarTodo premeditado para salir de viaje a Toledo.. :)
Besos secretos
Secreto... Sí, sí... jejeje... Es que a veces, los del sexo fuerte creemos que sabemos interpretar todas las señales y vamos de intérpretes por el mundo... ja!!!
ResponderEliminarBesicos
ME ENCANTO TU BLOG
ResponderEliminarY TAMBIEN TUS ESCRITOS
VOLVERE¡
Muy bueno el relato!!
ResponderEliminarHola travieso amigo...aquí andamos revolviendo palabras ..intentando descifrar mensajes...soñando y vivendo que no es poco!!!
Quiero que sepas que aunque no encontré la llave, sigo buscandola, no desisto...pero que me reí mucho con tu comentario canalla!!!jajajjajajajaj
Besos de dominguera pintora
Mary... Hola. Gracias por haberte encantado. Pasa por aquí cuando lo desees. Es un placer recibir tu visita.
ResponderEliminarBesicos.
Moira...Vivir, sí, vivir que no es poco, ni nada menos.
La risa sana, como me imagino la tuya, es algo precioso.
Con que canalla, eh?... bueno, déjame en travieso... jejejejejeje.
Un besico, Moira-pintora-dominguera.
Ay, ay que asco me ha dado eso de no tenía de desperdicio ni las pelotillas de los dedos de los pies... percebitos para comérselos. Es que los he visto allí, a los percebitos y uyyyy ...ufff ya podía estar cañón la mujer.
ResponderEliminarPor cierto, estas historias de mujeres despampanantes que se echan encima de tímidos muchachos..no sé, no sé....no sé cuánto tienen ellos de tímidos y cuánto ellas de audaces. :))) Reconozco que soy de la vieja usanza, en la primera cita procuro contenerme. :)))
Me he reído mucho...
Un fuerte abrazo.
Elbi... Bueno, respecto a los percebitos... jejejejejeje... Sí, sí, lo pensé, pero me dije que en ocasiones la realidad supera con creces a la ficción y... Vamos, que hay frases peores... jejeje... Nada, mujer. Pero no me negarás que una buena comidita de pies... bien lavados, claro... Yuhuuuu!!!
ResponderEliminarY de mujeres así, como la de la historia... Sin comentarios.
Besicos